Si hay una hierba que tiene múltiples usos tanto culinaria como medicinalmente, ésa es el cilantro. Por eso desempeña una importante función en el recetario ayurvédico.

El cilantro, al que también se le llama en algunas zonas perejil indio o perejil chino y al que en India se le conoce como dhanya o dhanyaka (esto es: el rico), pertenece a la misma familia que el anís, la asafétida, la alcaravea, el apio, el eneldo, el hinojo y el perejil, y es muy apreciado tanto en Asia como en Latinoamérica.

Del cilantro, una planta cuya altura no excede del metro y que es larga y ramificada, se utilizan tanto sus frutos (semillas) como sus hojas frescas. Para crecer correctamente, el cilantro necesita suelos cálidos, secos y ligeros, aunque también puede crecer en suelos duros. Nativo de la región mediterránea, el cilantro se cultiva intensamente en la India y también en zonas del centro de Europa, así como en Rusia.

Según Ayurveda, el cilantro es refrigerante y depresor de la sed. Entre sus virtudes, destacan las siguientes:

  • Posee grandes propiedades antinflamatorias.
  • Combate la salmonelosis.
  • Alivia los síntomas de la artritis reumatoide.
  • Aumenta el colesterol bueno (HDL) y reduce el colesterol malo (LDL). El té de cilantro puede cumplir, dentro de la dieta Ayurvédica, esta función.
  • Sirve para controlar los niveles de glucosa en la sangre.
  • Alivia las flatulencias y los gases estomacales. El cilantro sirve, también, para combatir el mal aliento. Una buena manera de preparar un enjuague bucal natural es agregando varias ramas de cilantro a dos tazas de agua hervida durante unos cuantos minutos.
  • Previene de las infecciones del tracto urinario. Una infusión fría de las semillas de cilantro sirve para drenar dicha irritación y para tratar procesos de cistitis o de orina turbia. La infusión tibia puede emplearse, también, con el fin de aliviar la irritación al orinar, ya que el cilantro vuelve la orina más alcalina.
  • Tiene efecto diurético, lo que previene la retención de líquidos y la eliminación de toxinas.
  • Ayuda a reducir las náuseas.
  • Incorpora fibra al tracto digestivo y acelera la digestión.
  • Tiene funciones bactericidas. El jugo de cilantro, vertido en las heridas, sirve para destruir la membrana celular de las bacterias. Esto interrumpe los procesos esenciales de dichas bacterias y termina con su vida.
  • Alivia la diarrea. Masticar semillas de cilantro es lo más recomendable en estos casos.
  • Posee importantes propiedades antioxidantes.
  • Estimula las glándulas endocrinas.
  • Sirve como expectorante y para aliviar los síntomas gripales.
  • Alivia la conjuntivitis. Las infecciones de los ojos suelen ser tratadas en Ayurveda con cocciones frías de semillas de cilantro.
  • El polvo de semillas de cilantro sirve para luchar contra los parásitos intestinales de los niños.
  • Tiene poderes afrodisíacos.

El cilantro es rico en aceites esenciales y contiene, además, calcio, hierro, fósforo y vitaminas A y C. Uno de esos aceites esenciales es el linalol. Una buena manera de aliviar el dolor de las articulaciones consiste en masajear dichas articulaciones con el aceite de cilantro.

Cilantro con otras hierbas

El cilantro puede combinarse con otras hierbas para conseguir otros efectos medicinales. Mezclado con jengibre fresco, por ejemplo, el cilantro puede resultar muy eficaz contra la fiebre. Por su parte, si lo que deseamos es luchar contra la tos, lo mezclaremos con regaliz y pimienta.

A continuación vamos a darte una receta en la que el cilantro desempeña un rol muy importante y que servirá para elaborar un excelente digestivo. Este digestivo/té es conocido con las iniciales CCH. Estas iniciales hacen referencia a los tres ingredientes de este té, el comino, el cilantro y el hinojo. Tomando una taza de este té estimulamos en su justa medida el agni.

Para elaborar este té combinaremos, en una olla pequeña, dos cucharaditas de té CCH con dos tazas de agua. Una vez haya alcanzado esta combinación el punto de ebullición, reduciremos el fuego y dejaremos que el té hierba a fuego lento durante unos cinco minutos. Una vez haya transcurrido ese tiempo, retiraremos el té CCH del fuego.

Una vez elaborado el té, si nuestro objetivo es equilibrar Vata y Kapha, añadiremos a la mezcla una cucharada de miel. Si, por el contrario, lo que deseamos es equilibrar Pitta, añadiremos al té un chorrito de limón fresco. Lo habitual es tomar este té caliente, pero en verano podemos tomarlo como tónico si lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.