Que la climatología puede arruinar un viaje es algo que sabe cualquiera que haya viajado con relativa frecuencia. Más allá de la influencia siempre imprevista del factor suerte (siempre puede suceder que, por ejemplo, vayamos de viaje de novios a las islas Canarias y esté lloviendo durante una semana), saber la climatología habitual de un lugar en una época determinada del año puede servirnos para planificar nuestro viaje a dicho lugar. Así, si podemos optar entre ir a una ciudad como Sevilla en julio o hacerlo en abril, lo previsible, si no somos fanáticos del calor extremo, es que optemos por esta segunda opción. Del mismo modo, si viajamos a Nueva York en diciembre o enero lo haremos sabiendo que, con mucha probabilidad, deberemos resignarnos a caminar por avenidas nevadas en mayor o menor grado.

Pero hablar de la climatología de una ciudad no es lo mismo de hablar de la climatología de un país entero, máxime cuando ese país tiene las dimensiones casi continentales de India.

¿Qué época del año es la mejor para visitar India? Para dar respuesta a esta pregunta vamos a adentrarnos un poco en el conocimiento de su climatología.

El tamaño de la India, su topografía y la presencia del océano y de las mayores elevaciones del planeta (no hay que olvidar que el Himalaya, al norte, parece el gran guardián que vigila la India) son factores que determinan que podamos encontrar varios climas dentro de ella. En India encontramos zonas marcadamente tropicales, zonas templadas y zonas con el típico clima de alta montaña.

Hay un elemento, sin embargo, que determina de manera fundamental la climatología de la India y ese elemento es el monzón o, dicho en plural, los monzones, unos vientos estacionales que se forman cuando la tierra se enfría o se calienta más rápidamente que el agua del océano. En verano, y a partir del intenso calentamiento de la tierra, el viento sopla desde el océano hacia el interior y ocasiona esas lluvias intensas con las que los europeos asociamos normalmente la palabra monzón. El monzón del sureste, que se inicia en la zona de Kerala por junio y que dura hasta noviembre, determina la vida económica de la India (todos los agricultores del país dependen del monzón y celebran su llegada) y siempre debe ser tenido en cuenta cuando se planea un viaje a la India.

Si deseas viajar a India debes tener en cuenta que, atendiendo a su climatología, podemos distinguir tres épocas anuales para viajar a India: la época fría, la calurosa y la monzónica.

Época “fría” en la India

La época “fría” en India comienza cuando los monzones remiten, es decir, allá por octubre o noviembre, y dura hasta marzo-abril, dependiendo de las zonas. Que se la llame época “fría” no quiere decir que sea una época incómoda para viajar. Quizás debiera hablarse mejor de época templada. Y es que esta época es, sin duda, la más agradable del año para viajar a India excepto si lo hacemos a las zonas montañosas del norte, las que lindan con el Himalaya. En esta época, algunas poblaciones de esta zona del norte pueden quedar incomunicadas por la nieve y el hielo.

La época “fría” de la India es mala época para viajar a Cachemira o Ladakh. Si se viaja, por ejemplo, a Nueva Delhi, Agra o Benarés hay que tener en cuenta que, en estos lugares y en esta época, el ambiente refresca por la noche, por lo que es necesario ir previstos de jersey cazadora.

La época “fría” de la India es, finalmente, la mejor época para visitar el sur del país.

Época calurosa en la India

El fin de la época fría marca el inicio de la época calurosa. ¿De qué hablamos cuando hablamos de climatología calurosa en la India? De temperaturas de hasta 45º o incluso 50% en la llanura del Ganges. Esta época, por suerte para la agricultura del país y para su tirón turístico, dura apenas dos o tres meses, desde abril-mayo hasta junio.

Si deseas viajar a India en ese período de tiempo te recomendamos hacerlo a las zonas montañosas del norte o a las costeras en las que puedas disfrutar del mar. Esta es buena época para viajar a Ladakh o Cachemira o para, desde India, hacer una escapada a Nepal. Del mismo modo, te recomendamos huir de las grandes ciudades en esta época del año. Ciertamente, se vuelven insoportables.

Época de los monzones

De finales de junio a finales de septiembre. Eso es lo que dura la época monzónica en la India. Pequeñas tormentas con lluvia son el aviso de lo que acaba convirtiéndose en auténticos aguaceros y chaparrones de alta intensidad que se alternan con períodos de sol. Es ésta la época en la que la humedad relativa del aire se dispara y en la que la combinación de la misma con unas temperaturas relativamente cálidas hace que el viajero a la India tenga que resignarse a sudar a mares y a preocuparse de qué líquidos beber para recuperar las sales minerales perdidas con la sudoración.

Quien viaje a la India en la época de los monzones debe tener también en cuenta que, en esa época, son muchas las zonas de India que padecen inundaciones y, por tanto, muchas las zonas en las que se producen retrasos horarios tanto en autobuses como en trenes. El que los ríos se desborden es algo habitual en India en la época de los monzones, por lo que hay que extremar las precauciones, especialmente si se visitan zonas remotas del país.

La época de los monzones es una buena época del año para visitar la región de Karnataka, uno de los menos afectados por ellos. Destinos como Bangalore, Mysore, Hampi o Mangalore son buenos destinos para todas aquellas personas que deseen viajar a India en la época de los monzones.

Otra buena opción para viajar a la India en la época de los monzones es optar por hacer trekking en las zonas de Ladhak, Cachemira e Himachal Pradesh.