Ya hemos hablado en alguna ocasión de cómo de ese gran árbol que es el Yoga brotan múltiples ramas, cada una con sus propias características. En el post que dedicamos a las ramas del Yoga ya señalábamos cómo, entre las principales modalidades de Yoga, encontrábamos el Hatha Yoga, el Raja Yoga, el Karma Yoga, el Bhakti Yoga, el Jnana Yoga y el Tantra Yoga. También hemos dedicado posts especiales al Kundalini Yoga o al llamado método Brikam Yoga.

Es precisamente de este último método, el popularizado por Brikam Choudhury a principios de los años 70, de donde procede una escuela que ha adquirido recientemente una notable popularidad: la del Hot Yoga. Esta escuela de Yoga convierte el calor en parte fundamental de la práctica del Yoga.

Beneficios del Hot Yoga

Entre los beneficios de la práctica del Hot Yoga podemos destacar los siguientes:

  • Regenera células, tejidos, órganos, músculos, tendones, ligamentos y articulaciones.
  • El calor muscular minimiza el riesgo de lesiones.
  • Desintoxica el cuerpo al hacer sudar a la persona que lo practica.
  • Reestructura el cuerpo.
  • Ayuda a que el lado izquierdo y el derecho de nuestro cuerpo se alineen.
  • Activa el funcionamiento del metabolismo.
  • Disminuye la ansiedad y el estrés.
  • Combate el envejecimiento del cuerpo.
  • Reduce los estados depresivos.

El Hot Yoga es, según afirman sus defensores, una forma de mantenerse en forma mediante la práctica de una serie de ejercicios y asanas que sirven para trabajar el cardio, la fuerza, la resistencia, la flexibilidad, el equilibrio y la respiración.

En puridad, el Hot Yoga es una secuencia de 26 posturas y dos ejercicios de respiración que, durante hora y media y de manera estática, se realiza a 42 grados centígrados.

Tipos de Hot Yoga

Dentro del Hot Yoga podemos encontrar diversas modalidades. Más allá de la modalidad anteriormente descrita, que es la base de todo el Hot Yoga y que tiene unos objetivos fundamentalmente sanadores, podemos encontrar:

  • Flow Hot Yoga. Esta modalidad de Hot Yoga se practica en movimiento. La persona que practica el Flow Hot Yoga realiza 87 posturas intercalándolas con danzas que tienen como objetivo fortalecer el músculo y levantar el propio peso. Para practicar esta modalidad de Hot Yoga, la sala en que se realiza debe encontrarse a 38 grados.
  • Hatha Hot Yoga. A esta modalidad de Hot Yoga se la conoce como equilibradora. De entre todos los tipos de Hot Yoga, éste es el más respetuoso con el orden de respiraciones, asanas, etc. que se sigue en el Yoga tradicional. En este caso, la temperatura de la sala debe ser de 35 grados y el objetivo de las posturas es eliminar los bloqueos que se localizan en diversas partes del cuerpo o de la mente para, de ese modo, conseguir que fluya la energía.
  • Yin Yoga. Esta modalidad de Hot Yoga tiene un objetivo fundamental: eliminar el estrés y fortalecer los tejidos de articulación y los que la protegen. En este caso, la sala en que se practican los ejercicios de Hot Yoga debe tener una temperatura de 25 grados y los mismos deben ser realizados en el suelo.

Los defensores del Hot Yoga esgrimen entre sus argumentos a la hora de preconizar la práctica de esta modalidad de Yoga el hecho de que pueda ser practicado por cualquier persona ya que la práctica del Hot Yoga combina posturas muy básicas. Eso sí: no debería ser practicado por personas que sufran enfermedades del corazón (en especial si se ha sufrido algún tipo de operación) ni por personas que padezcan algún tipo de enfermedad relacionada con las varices.

La modalidad del Flow Hot Yoga sí deberá ser practicado muy prudencialmente por personas que padezcan algún tipo de lesión en muñecas, hombros, cuello y lumbares. Al practicar este tipo de Hot Yoga se debe avanzar poco a poco, modificando lenta y progresivamente las posturas para que el cuerpo vaya cogiendo la fuerza necesaria para trabajar las sucesivas asanas.