Que el aprendizaje de una respiración correcta y el mantenimiento de una musculatura fuerte sean algunos de los objetivos principales del Yoga y uno de sus logros convierten a éste en una práctica ideal para embarazadas. Pero éstos no son los únicos beneficios que una embarazada puede encontrar en la práctica del Yoga. La reducción de esas pequeñas depresiones que pueden padecer algunas embarazadas debido a sus cambios hormonales puede ser, también, uno de los efectos positivos del Yoga durante el embarazo.

El Yoga durante el embarazo puede servir para mejorar el estado de ánimo de la embarazada. El Hatah Yoga, en este sentido, puede ser la rama del Yoga ideal para que las embarazadas consigan incorporar a su rutina de vida un magnífico ejercicio de relajación. Las asanas y la respiración adecuada propia del Yoga sirven para que la embarazada pueda escuchar a su cuerpo y reconozca sus ritmos naturales.

La práctica del Yoga durante el embarazo puede servir, también, para que la mujer consiga un estado de forma óptimo para que, llegado el momento del parto, éste resulte lo menos traumático posible. Para alcanzar ese óptimo estado de forma resulta imprescindible ejercitar la respiración y los músculos (en especial todos los relacionados con la zona pélvica) tal y como realiza el Hatah Yoga. Esa tonificación muscular servirá también para reforzar los músculos de la espalda y, así, aliviar los dolores de espalda causados por el crecimiento del vientre materno.

Yoga para embarazadas según el estado de gestación

Así, tal y como hemos visto, el Yoga durante el embarazo aporta a la embarazada beneficios tanto físicos como mentales y emocionales. Ahora bien, ¿cuáles son las mejores posturas de Yoga para embarazadas?

Éstas deberían variar durante el transcurso del embarazo de la misma manera que varía la movilidad de la mujer y sus características físicas.

Durante el primer trimestre de embarazo, por ejemplo, se recomienda centras los ejercicios de Yoga para embarazadas en todo lo que tenga que ver con la respiración y la relajación. El dominio de estas técnicas permitirá en los dos trimestres restantes del embarazo no sólo la mejora técnica en la realización de las asanas. También permitirá extraer a éstas el mayor beneficio posible. Hidratar el cuerpo con regularidad (sería necesario beber agua cada 15 o 20 minutos) y practicar posturas relajadas y suaves son dos de los pilares del Yoga para embarazadas durante el primer trimestre de gestación. Durante estos tres primeros meses de embarazo hay que tener cuidado al practicar algunas posturas boca abajo. Para ello, lo ideal es contar con la compañía de un especialista y, por encima de todo, no prolongar durante demasiado tiempo el mantenimiento de cualquiera de esas posturas.

Durante el segundo trimestre del embarazo los ejercicios de Yoga para embarazadas deben ir orientados a mejorar la circulación y evitar en la medida de lo posible los pies hinchados. Evitar las molestias en la espalda es otro de los objetivos de los ejercicios de Yoga para embarazadas.

Durante el tercer y último trimestre de embarazo los ejercicios de Yoga para embarazadas deben ir orientados a preparar el embarazo. Buscar posturas que ayuden a que el bebé se acomode para el momento del parto sería el objetivo principal de los ejercicios de Yoga.

A la hora de practicar Yoga durante el embarazo hay que extremar las precauciones para evitar dañar el bebé. Evitar posturas que puedan aplastarlo o incomodarlo, evitar movimientos abdominales bruscos y no mantener durante mucho tiempo la misma postura (sobre todo en los últimos trimestres) son algunas de esas medidas que toda mujer debería tener en cuenta al practicar Yoga durante el embarazo.

Posturas de Yoga para embarazadas

A continuación vamos a recomendarte cinco posturas de Yoga para embarazadas.

  • Postura del loto. Esta postura tradicional de Yoga sirve para ayudar a relajar y descansar la parte inferior de la espalda. Sentarse con las piernas cruzadas, mantener la espalda recta y apoyar las manos sobre las rodillas es la manera correcta de realizar esta postura.
  • Postura del águila. Esta postura sirve para mejorar la concentración y el sentido del equilibrio, así como para calmar la ciática o aliviar el dolor de espalda. Para realizar esta postura hay que sentarse de rodillas, cruzar los brazos de manera que el brazo izquierdo esté por delante del derecho. Una vez así hay que mantener las palmas juntas, levantar los codos y estirar los dedos hacia el techo.
  • Viparita Karani. Esta postura de Yoga para embarazadas beneficia a la circulación y a la presión sanguínea. Para realizarla, la mujer debe tumbarse en el suelo con la cadera lo más pegada posible a la pared y, una vez así, debe estirar las piernas hasta arriba.
  • Postura del bebé o balana. Ideal para relajarse, esta postura de Yoga para embarazadas suele utilizarse como transición entre una postura y otra. Para realizarla hay que sentarse en el suelo, sobre los talones. Una vez así hay que inclinarse hasta apoyar la frente en el piso, apoyar los glúteos en los talones y llevar los brazos hacia atrás, lasos y paralelos al cuerpo, colocando las palmas de las manos mirando hacia arriba.
  • Postura del gato. Esta asana sirve para liberar la columna vertebral del peso y la presión y para relajar la espalda. Para realizar esta postura hay que colocarse a gatas. Una vez así, hay que inspirar mientras se lleva la barbilla hacia el pecho, se encorva la espalda en forma de U y se exhala el aire arqueando la espalda mientras se sube la cabeza hacia el cielo.