De entre todos los tipos de respiración (Pranayamas) existentes en el Yoga, la llamada respiración de fuego es una de las más importantes. Ésta es, quizás, la respiración más importante de entre las que existen para controlar la ansiedad, los nervios, el miedo, el estrés, la tristeza, el dolor… es decir: todos los sentimientos o sensaciones negativas que, de una forma u otra, pueden afectarnos.
Vigorizante y purificadora, la respiración de fuego se realiza mediante una serie de contracciones abdominales controladas. La inhalación y el bombeado hacia fuera del aire de una manera muy rítmica es lo que caracteriza principalmente a la respiración de fuego. Hacer que los músculos del abdomen se relajen completamente junto a los del pecho, la caja torácica o los hombros, es el objetivo técnico principal de este Pranayama.
Beneficios de la respiración de fuego
Gracias a dicha forma de respirar, el practicante de la respiración de fuego obtendrá alguno de los siguientes beneficios:
- Fortalecer y estabilizar el sistema nervioso.
- Controlar el estrés.
- Mejorar la oxigenación celular.
- Purificar la sangre.
- Optimizar la respiración.
- Ayudar al corazón.
- Incrementar la capacidad pulmonar.
- Incrementar la resistencia física.
- Combatir algunas adicciones.
- Liberar toxinas pulmonares.
¿Cómo se realiza la respiración de fuego?
Para realizar la respiración de fuego correctamente hay que respirar a través de la nariz, metiendo el abdomen hacia dentro durante la exhalación, empujando el diafragma y sacando el abdomen en la inhalación.
La respiración debe realizarse de una manera rápida y rítmica.
En el período de aprendizaje de la respiración de fuego, ésta debería realizarse en períodos de 30 segundos durante unos cuantos minutos. Alternándola con períodos de respiración larga y profunda, la respiración de fuego irá realizándose progresivamente durante períodos de tiempo cada vez más prolongados. Con un poco de práctica se pasará de esos treinta segundos hasta largos períodos durante los que pueda mantenerse dicha respiración sin por ello sentir ahogos o interrupciones.
La respiración de fuego puede ser realizada por cualquier persona, pero presenta una serie de contraindicaciones. No es conveniente realizarla durante el embarazo y tampoco durante los dos primeros días del ciclo menstrual.