Tan importante en la práctica del Yoga es el saber realizar con corrección las asanas como el saber respirar. De hecho, hablar de la respiración es hablar de un acto que habitualmente realizamos de manera mecánica pero que es fundamental para la vida y sin el que ésta no puede existir. Pero la respiración tiene sobre nuestro organismo otros efectos que van más allá de lo físico. Saber respirar y controlar la respiración sirve, también, para favorecer la salud emocional, espiritual y mental.

En nuestro artículo “Tipos de respiración en el Yoga” señalábamos cómo al control de la respiración se le llama Pranayama y destacábamos cómo éste es parte fundamental del Yoga. En aquel artículo, también, citábamos diversas técnicas de respiración:

  • Suhka Purvak o respiración sencilla.
  • Anuloma Viloma o respiración alterna.
  • Ujjayi o respiración sonora.
  • Bhramari o respiración zumbadora.
  • Kumbakha o respiración retenida.

A esta última técnica respiratoria, al ejercicio del Kumbakha, es a la que vamos a dedicar nuestro artículo de hoy.

Cuando pronunciamos la palabra Kumbakha estamos pronunciando un término sánscrito que podría traducirse por algo así como “retención del aliento” y estamos hablando de una técnica respiratoria que proporciona numerosos beneficios tanto a la salud física como a la mental aunque se basa en algo que podría parecer antinatural como es el obligar al sistema nervioso a tolerar niveles más altos de dióxido de carbono en el cuerpo. Al retener la respiración estamos provocando ese incremento del dióxido de carbono en la sangre y, con ello, una cierta modificación del estado de conciencia. Es por este motivo, y porque la práctica del Kumbakha tiene un efecto directos sobre los capilares cerebrales, por lo que se recomienda realizar la técnica de la respiración retenida bajo la supervisión y dirección de un maestro experimentado.

Hablar de Kumbakha es hablar de una técnica respiratoria que, por decirlo de algún modo, implica a cada célula del organismo en el acto de la respiración. Y es que el Kumbakha provoca importantes modificaciones del metabolismo. Por ejemplo: al retener la respiración estamos reteniendo de un modo consciente la aportación de oxígeno al cuerpo. Las células, al no recibirlo del exterior, lo buscan donde pueden encontrarlo, por ejemplo descomponiendo parcialmente el azúcar de la sangre. Esto obliga al cuerpo a realizar una serie de combustiones a nivel celular que implican una leve subida de la temperatura corporal y una revitalización del organismo.

Formas de realizar el Kumbakha

Para poner en práctica la técnica respiratoria del Kumbakha podemos escoger dos caminos. Uno de ellos es el de aplicar la técnica con los pulmones llenos. Esta modalidad del Kumbakha recibe el nombre de Antara Kumbakha. La otra forma de aplicar el Kumbakha es con los pulmones vacíos y, en ese caso, la técnica recibe el nombre de Bhaya Kumbakha. Veamos cómo se realizan cada una de estas técnicas respiratorias.

Antara Kumbakha

Para aplicar la técnica de la respiración retenida con los pulmones llenos hay que seguir los siguientes pasos:

  1. Realiza varias respiraciones completas y profundas procurando que los tiempos de inspiración y de espiración duren los mismo. La respiración, en este punto inicial, debe realizarse de una forma fluida y relajada. Respirando así, evitaremos el cansancio.
  2. Tras unas 5 respiraciones realizadas de la manera indicada en el punto anterior, inspiraremos y suspenderemos el movimiento respiratorio procurando que nuestros pulmones estén completamente llenos de aire.
  3. Mantendremos la suspensión aproximadamente durante la mitad del tiempo que hemos empleado en inspirar el aire y, transcurrido ese tiempo, reanudaremos la respiración espirando del aire de una forma lenta y profunda.

Para que la técnica del Kumbakha, realizada de este modo, sea efectiva, hay que repetir estos tres pasos entre 4 y 5 veces. Si, una vez completas estas repeticiones, sentimos que nuestra respiración se produce de una manera cómoda, intentaremos alargar el tiempo de la suspensión de la respiración para procurar que ese tiempo se iguale con el tiempo de duración de las otras dos fases respiratorias. Si, por el contrario, nos sintiéramos sofocados y sintiéramos la pulsión urgente de inspirar, lo haríamos y volveríamos a respirar normalmente para, una vez pasado el sofoco, volver a respirar siguiendo los principios del Antara Kumbakha.

Bhaya Kumbakha

Para aplicar la técnica de la respiración retenida con los pulmones vacíos hay que dominar primero la técnica del Antara Kumbakha. Una vez dominada dicha técnica estaremos capacitados para seguir los siguientes pasos:

  1. Realiza varias respiraciones completas y profundas procurando que los tiempos de inspiración y de espiración duren los mismo. La respiración, en este punto inicial, debe realizarse de una forma fluida y relajada. Respirando así, evitaremos el cansancio.
  2. Tras unas 5 respiraciones realizadas de la manera indicada en el punto anterior, espiraremos y suspenderemos el movimiento respiratorio procurando que nuestros pulmones estén completamente vacíos de aire.
  3. Mantendremos la suspensión del movimiento respiratorio aproximadamente la cuarta parte del tiempo que hayamos tardado en espirar. Una vez transcurrido ese tiempo, reanudaremos el movimiento respiratorio inspirando profunda y lentamente.

Al igual que en el caso del Antara Kumbakha, realizaremos todos los pasos anteriores entre 4 y 5 veces. Si, tras ello, nos sentimos cómodos respirando de este modo y no sentimos la necesidad acuciante de inspirar, procuraríamos alargar el tiempo de retención del aire hasta que se igualara con el tiempo de duración de las otras dos fases respiratorias. En el caso de que nuestra respiración no fuera cómoda y nos sintiéramos sofocados y con la urgente necesidad de inspirar, lo haríamos y respiraríamos de forma normal en dos o tres ocasiones antes de volver a practicar la Bhaya Kumbakha.

Consejos para realizar el Kumbakha

Finalmente, y antes de dar por finalizado el artículo, queremos dar una serie de consejos que deben tenerse en cuenta a la hora de poner en práctica la técnica de la respiración retenida. Esos consejos son los siguientes:

  • Se recomienda utilizar los dedos para, con ellos, ir contando la duración de cada pausa.
  • No se debe intentar conseguir una pausa prolongada en el primer intento. Si lo hacemos, nos sentiremos incómodos, probablemente sofocados, y los beneficios y la relajación que se deriva de la práctica de esta técnica respiratoria no serán tan evidentes.
  • No debemos forzar nuestra respiración más allá de lo natural. Si nos sentimos incómodos, debemos abandonar la práctica.
  • El objetivo es ir aumentando progresivamente la duración de las pausas. Para ello es capital repetir las series que se han indicado anteriormente al menos una vez al día y día tras día. Haciéndolo, comprobaremos cómo las pausas son cada vez mayores.

Para acabar, hay que resaltar que ninguna persona que realice el Kumbakha en particular o Yoga en general debe medirse por los progresos o el nivel de los demás. El camino del Yoga y, con él, el de todas sus prácticas, es siempre un camino individual. Nuestro objetivo es nuestro y el tiempo que tardemos en alcanzarlo también. Compararse con otros y con su mayor o menor facilidad para alcanzar los mismos objetivos no nos sirve para nada positivo. Al contrario, acostumbra a ser una barrera que nos dificulta nuestro avance.