Una buena nutrición no implica sólo una adecuada ingesta de nutrientes. Una buena nutrición implica también una buena expulsión de los desechos generados en el proceso digestivo. En el universo Ayurveda, a dichos desechos se les conoce con el nombre de malas.
Los tres malas principales son las heces (purisha o pureesha), la orina (mutra) y el sudor (sweda). Estos tres tipos de residuos están constituidos por los cinco elementos. En las heces prevalece el elemento tierra; en la orina, los elementos del agua y el fuego, y en la orina, por su parte, es el elemento agua el predominante.
Junto a estos malas principales hay otra serie de malas secundarios como pueden ser la bilis, las uñas, el pelo, la piel muerta, la sangre menstrual y otras secreciones como pueden ser los mocos, la cera o las lagañas.
Ayurveda presta especial atención al modo en que se producen y eliminan los malas. Que se produzcan en las cantidades adecuadas y que se eliminen correctamente es fundamental para gozar de un perfecto estado de salud. La falta de equilibrio de los Doshas puede provocar la alteración de este ciclo.
Ayurveda considera que la existencia de las malas es fundamental para que el cuerpo funcione correctamente. Las heces, por ejemplo, sirven para dar tono muscular y fortalecer los intestinos. Los movimientos peristálticos (que son aquellas contracciones y relajaciones que, de manera radialmente simétrica, realizan los músculos a lo largo del tubo digestivo) fortalecen a los intestinos. Éstos, gracias a ese fortalecimiento, pueden realizar su cometido correctamente.
La mutra u orina es un mala que cumple también una función capital dentro del funcionamiento general del organismo. Al eliminar agua y sal del cuerpo, la orina ayuda a mantener la concentración normal de electrolitos en el cuerpo. La orina es considerada un laxante en el Ayurveda, un desintoxicante del cuerpo y un elemento muy útil a la hora de actuar contra problemas de la piel. Para utilizarlo como tal hay que alimentarse correctamente. Sólo con una alimentación sana la orina será limpia y pura y podrá utilizarse con fines terapéuticos.
Por su parte, el sudor o sweda se elimina a través de los poros de la piel. El sudor es un mala que ayuda a mantener la temperatura corporal y a dar a la piel la suavidad, la elasticidad y el tono que necesita para mostrarse completamente sana. Un sudor excesivo, sin embargo, puede provocar hongos y reducir la resistencia de la piel. Su escasez, por el contrario, puede escamar la piel, resecarla y, en el caso del cuero cabelludo, originar la aparición de caspa.
De entre todos los Doshas, es el Vata Dosha el más proclive a desequilibrarse y a enfermar, sin embargo, todos ellos pueden sufrir algún tipo de bloqueo (físico o mental). En caso de que eso suceda, Ayurveda propone una serie de terapias destinadas a eliminar esos problemas. ¿Qué terapias son ésas? Variarán dependiendo del tipo de Dosha de la persona que sufra el bloqueo. En el caso de las personas con predominante Vata, Ayurveda recomienda la terapia del enema. Éste, según las indicaciones tradicionales del Ayurveda, puede ser aplicado utilizando aceites medicinales o, en su caso, decocciones. Para las personas con predominante Pita, Ayurveda recomienda el uso de las purgas. En el caso de las personas Kapha, la terapia propuesta por Ayurveda para acabar con el bloqueo es la del vómito medicinal.
Efectos negativos del exceso de malas
Cuando el cuerpo sufre un desequilibrio y, en consecuencia, no produce ni elimina los malas de la manera adecuada, la persona puede padecer algunos de los siguientes males:
- Dolor en la espalda, en la vejiga urinaria, en la zona cardíaca o en la vejiga urinaria.
- Dolor al orinar.
- Decoloración en la orina.
- Sequedad de boca y exceso de sed.
- Exceso de sudor, picor y mal olor.
- Ausencia de sudor.
- Pérdida del vello.
- Flatulencia y pesadez.
- Sequedad y grietas en la piel.
- Gases.