La asana de Yoga que vamos a proponer en este artículo debe realizarse con sumo cuidado, pues, pese a sus múltiples beneficios, en especial para la parte frontal del cuerpo, puede resultar peligrosa y provocarnos alguna lesión si, al hacerla, forzamos los límites de nuestro cuerpo.
La postura que proponemos es la postura de la media rueda o Dwi Pada Viparita Dandasana y es una postura especialmente indicada para estirar la parte frontal del cuerpo y el pecho evitando distensiones y lesiones en las fajas escapular y pélvica. Eso sí: si se padece algún tipo de lesión tanto en las muñecas, como en la espalda, el cuello o los hombros, hay que evitar el realizar la postura de la media rueda. Debido a su complejidad, la postura de la media rueda debe ser catalogada como una postura de yoga de dificultad intermedia.
Pasos para realizar la asana de la media rueda
Teniendo presente las prevenciones anteriores, los pasos que deberías seguir para realizar la asana de la media rueda serían los siguientes:
- Túmbate boca arriba, separa las piernas a la anchura de las caderas y apoya la planta de los pies en el suelo de modo que queden alineados con las rodillas.
- Dobla los brazos y coloca las palmas de las manos en el suelo, al lado de las orejas, procurando que las yemas de los dedos miren hacia los hombros.
- Respira lentamente y, cuando hayas realizado varias respiraciones completas, levanta las caderas, los hombros y la cabeza del suelo mientras exhalas el aire y estiras los brazos.
- Cuando finalices el movimiento indicado en el punto anterior, tu cuerpo habrá formado una especie de media rueda o arco.
- Alinea las muñecas con los hombros para que, así, formen una línea mientras los pies y las rodillas forman otra.
- Relaja el cuello y eleva los hombros para, de ese modo, descargar a los brazos del esfuerzo, que debe servir solo para aguantar la postura.
- Dobla los brazos para llevar la parte superior de la cabeza hacia el suelo. Mientras tanto, debes mantener los codos a la anchura de los hombros.
- Al exhalar, desliza un antebrazo hacia el suelo y apoya la mano en la coronilla. Tras hacerlo, repite el mismo movimiento con el otro antebrazo.
- Enlaza las manos por detrás de la cabeza. Si encuentras que te resulta más sencillo adoptar postura de la media rueda poniéndote de puntilla, hazlo.
- Una vez hayas adoptado la postura anterior, exhala y levanta el pecho para, con ello, lograr levantar la cabeza del suelo.
No te preocupes si no puedes realizar el último paso indicado. Lo importante, llegados a este punto, es no forzar, como hemos dicho anteriormente, más allá de nuestros límites. Hacerlo implica arriesgarse a padecer una lesión. Ya habrá tiempo, con la práctica, de ganar la fuerza y la flexibilidad necesarias para realizar de una manera completa la postura de la media rueda.
Para salir de esta asana de Yoga, como para salir de todas, hay que hacerlo lentamente, sin precipitación, colocando las palmas de las manos junto a las orejas y descargando la espalda, con suavidad, vértebra a vértebra.