Hoy os presentamos una receta muy típica en la India, donde se sirve como tentempié. El kachori de guisantes. Este delicioso aperitivo es ideal para comer tanto frío como caliente. Un sencillo aperitivo de la cocina hindú sano, ligero y completamente vegano. Por el contrario, si eres de esas personas a las que la verdura no les gusta en exceso, tienes que probar esta receta porque nos permite comer verduras sin renunciar al sabor ni a increíbles texturas.
El kachori de guisantes son unas sencillas bolitas de masa crujiente y dorada, rellenas de una masa de guisantes, enriquecida con especias, donde predomina la canela. Una combinación muy tentadora. La receta original es algo picante, pero como todas las recetas que presentamos puedes adaptarla a tus gustos.
Datos de la receta
Raciones 12
Ingredientes
Instrucciones
Mezcla los ingredientes con un robot de cocina o a mano.
El agua debe estar bien caliente al añadirla.
Con las manos untadas de un poco de aceite, forma una bola y deja reposar unos minutos.
Maja en un mortero la guindilla con el jengibre.
Tritura los guisantes descongelados con el robot de cocina o un turmix.
Saltea las semillas de mostaza en el aceite, en un cazo con tapa, para evitar salpicaduras.
Deja que empiecen a crepitar y abrirse las semillas, y añade la pasta de jengibre y guindilla.
Cocina a fuego medio dos minutos.
Incorpora la pasta de guisantes y cocina 5 minutos.
Añade el resto de especias y la sal, a gusto. Cocinar por 2 minutos.
El truco es que la masa pierda humedad, pero que conserve el verde de los guisantes.
Entonces aparta y deja enfriar.
Mientras tanto enciende el horno a 200ºC, y prepara una bandeja de horno forrada de papel sulfurizado, y untada de aceite de girasol.
Corta la masa en 10-12 partes, más o menos iguales.
Forma bolitas de masa, y estira sobre la mesa espolvoreada de harina, hasta que queden bien finas.
Rellena cada pieza con una cucharada abundante del relleno de guisantes, pliega hacia arriba los bordes, sellando bien con los dedos.
Dales forma redondeada y coloca en la bandeja de horno aceitada, con los pliegues hacia abajo.
Cuando acabes con la masa, unta con pincel la superficie de las bolitas con una pizca de aceite, para que se doren bien.
Hornea a 200ºC unos 15 o 20 minutos (o hasta que estén dorados).
Aparta y sirve, acompañados de yogurt griego y unas rodajas de cebolla roja.
Vídeo explicativo
Ingredientes
Instrucciones
Mezcla los ingredientes con un robot de cocina o a mano.
El agua debe estar bien caliente al añadirla.
Con las manos untadas de un poco de aceite, forma una bola y deja reposar unos minutos.
Maja en un mortero la guindilla con el jengibre.
Tritura los guisantes descongelados con el robot de cocina o un turmix.
Saltea las semillas de mostaza en el aceite, en un cazo con tapa, para evitar salpicaduras.
Deja que empiecen a crepitar y abrirse las semillas, y añade la pasta de jengibre y guindilla.
Cocina a fuego medio dos minutos.
Incorpora la pasta de guisantes y cocina 5 minutos.
Añade el resto de especias y la sal, a gusto. Cocinar por 2 minutos.
El truco es que la masa pierda humedad, pero que conserve el verde de los guisantes.
Entonces aparta y deja enfriar.
Mientras tanto enciende el horno a 200ºC, y prepara una bandeja de horno forrada de papel sulfurizado, y untada de aceite de girasol.
Corta la masa en 10-12 partes, más o menos iguales.
Forma bolitas de masa, y estira sobre la mesa espolvoreada de harina, hasta que queden bien finas.
Rellena cada pieza con una cucharada abundante del relleno de guisantes, pliega hacia arriba los bordes, sellando bien con los dedos.
Dales forma redondeada y coloca en la bandeja de horno aceitada, con los pliegues hacia abajo.
Cuando acabes con la masa, unta con pincel la superficie de las bolitas con una pizca de aceite, para que se doren bien.
Hornea a 200ºC unos 15 o 20 minutos (o hasta que estén dorados).
Aparta y sirve, acompañados de yogurt griego y unas rodajas de cebolla roja.