Una de las terapias más utilizadas en Ayurveda es el Shirodhara. ¿En qué consiste el Shirodhara? Si atendemos a la formación etimológica de esta palabra de origen sánscrito podremos hacernos rápidamente una idea de qué estamos hablando cuando hablamos de Shirodhara. Compuesta a partir de los términos shiras (cabeza) y dhara (flujo), la palabra Shirodhara podría traducirse como algo así como “flujo sobre la cabeza”. Y en eso consiste, precisamente, esta terapia ayurvédica: en verter sobre la cabeza, en especial sobre la frente, un flujo continuo de aceite caliente.

La terapia del Shirodhara fue desarrollada por los vaidyas, es decir, por los practicantes de Ayurveda de la región de Kerala. Fueron ellos los que descubrieron que la presión del aceite sobre la frente produce en la persona que la recibe una placentera vibración. ¿Por qué en la frente? Porque en esta zona de la cabeza, en el punto del “ajna marma”, confluyen un gran número de nervios, y actuar sobre ellos con ese flujo continuo de agua produce un profundo estado de reposo que, en algunos aspectos, puede resultar cercano o semejante al estado que puede alcanzarse mediante la meditación.

El Shirodhara acostumbra a emplearse para tratar todas aquellas enfermedades que, de un modo más o menos directo, afecta a la cabeza. Los vaidyas descubrieron que esta terapia ayurvédica podía servir tanto para tratar problemas físicos que afectaran a los oídos, la nariz, el cuello, los ojos o el sistema nervioso, como para tratar problemas de carácter psíquico como pueden ser la ansiedad, el estrés, el insomnio, la tensión, el nerviosismo o la agresividad.

Los vaidyas también descubrieron que el Shirodhara podía resultar efectivo para superar otra serie de problemas de salud como pueden ser el reumatismo, la hipertensión, los dolores de cabeza crónicos o el asma.

Otra de las propiedades reconocidas del Shirodhara es la de regular el sistema hormonal. Al trabajar sobre la glándula pituitaria, se estimula la acción de ésta sobre otras glándulas como pueden ser, por ejemplo, las tiroides.

Aparte de los anteriormente citados, al Shirodhara se le atribuyen los siguientes beneficios:

  • Mejora la memoria.
  • Mejora la claridad de la voz.
  • Agudiza los sentidos.
  • Nutre el cuero cabelludo, retrasando la aparición de las canas.
  • Mejora la circulación sanguínea en el cerebro.
  • Rejuvenece el rostro.

¿Cómo se aplica el Shirodhara?

Para aplicar esta terapia ayurvédica el paciente debe acostarse sobre una camilla. Una vez acostado en ella, la persona que le aplica el Shirodhara deja caer sobre él aceite tibio de hierbas para que éste, tras caer sobre su frente de una manera continua y de un modo específico, se derrame por toda la frente y también por su pelo. Para que el Shirodhara sea completamente efectivo, el chorro de aceite debe caer sobre el entrecejo, sobre el punto en que se encuentra el sexto chakra.

Para evitar que el aceite pueda caer sobre los ojos pueden colocarse algodones sobre los ojos y una banda encima de ellos para que, atada alrededor de la cabeza, los sujete.

Para verter el aceite sobre la frente se utiliza el vertedor de aceite. El vertedor de aceite es un cuenco de estaño, bronce o fibra de vidrio que, colgando de un soporte, tiene un orificio del que sobresale una cuerda. Aparte de este cuenco, la persona que aplica el Shirodhara debe utilizar otro que servirá para recoger el aceite que caiga de la cabeza del paciente.

El aceite esencial de masaje que acostumbra a utilizarse para aplicar el Shirodhara está compuesto por los siguientes ingredientes:

  • Acorus Calamus. Ingrediente conocido en el Ayurveda como “el que trae la juventud”.
  • Sándalo. Ingrediente que tiene propiedades diuréticas, antisépticas, tonificantes, sedantes y antidepresiva.
  • Manteca de coco, que es, al mismo tiempo, un ingrediente suavizante y protector.

Una vez vertido sobre la frente y el cráneo este aceite, la persona que aplica el Shirodhara debe realizar un masaje craneal y facial a la persona que lo recibe actuando sobre el área cervical, la zona de los hombros, la parte frontal y occipital del cráneo y el músculo facial. Con ello, lo que se consigue es reducir la tensión que, en todas esas zonas, se va acumulando día tras día y, en muchas ocasiones, debido a la adquisición de malas posturas. El Shirodhara, así, sirve para aliviar las molestias derivadas de nuestra habitualmente mala actitud postural. La sobrecarga que sobre nuestras cervicales deja en muchas ocasiones el estar demasiado tiempo mal colocados delante del ordenador puede aliviarse con esta terapia ayurvédica.

En algunos casos, en lugar de utilizar aceite como base para aplicar Shirodhara, se utiliza la leche (dugdha dhara) o el suero de leche (takra dhara).