Hace unas semanas ya dedicamos uno de nuestros post al Woga una adaptación muy particular del Yoga caracterizada por reunir una serie de asanas o posturas de Yoga que deben realizarse dentro del agua.
En esta ocasión vamos a posar nuestra atención en otra adaptación del Yoga. En esta ocasión, la adaptación del Yoga tradicional está, incluso, registrada, y recibe el nombre de AeroYoga®.
El AeroYoga® fue registrado por Rafael Martínez, su creador, para toda la Comunidad Europea, y surge de la unión entre el arte y diferentes disciplinas como pueden ser el Natha Yoga, el Mallakhamab Rope, el Ayurveda y el Pilates. Rafael Martínez, licenciado en Bellas Artes y practicante de Yoga desde hace más de tres décadas, creó el AeroYoga® concibiéndolo como un proceso de formación y desarrollo personal de un cuerpo que es entendido como una obra de arte.
El AeroYoga®, al decir de su creador, permite la recreación de la persona o el conseguir que la persona se convierta en quien siempre deseó ser. Fundamentalmente, el AeroYoga® es una evolución del Natha Yoga, escuela de Yoga que fundamenta su trabajo sobre cuatro herramientas: cuerpo, energía, aliento y respiración.
El AeroYoga® pretende convertir en realidad uno de los sueños ancestrales del hombre: el poder liberarse de su propio peso, el ser ingrávido. Para ello, el AeroYoga® fija su vista en las prácticas que ya en el siglo XII realizaban yoguis y faquires que, sirviéndose de sogas y telas, realizaban sus posturas de Yoga suspendiéndose en el aire, así como en algunas prácticas propias del Mallakham Rope, una especie de fitness holístico que también incluye la suspensión entre sus prácticas.
Al suspender el propio cuerpo, el peso de éste se convierte en una herramienta de trabajo más. Será el peso de ese cuerpo el que ayude en las tareas de estiramiento, fuerza, elasticidad, crecimiento físico y conciencia corporal. Según las teorías de Rafael Martínez, el cuerpo suspendido e ingrávido “se convierte en un habitáculo de placer, bienestar y experimentación”.
Los beneficios del AeroYoga®
Entre las ventajas y beneficios del AeroYoga® podemos encontrar los siguientes:
- Redefine y tonifica el cuerpo.
- Aumenta la flexibilidad.
- Elimina el dolor de espalda.
- Potencia las capacidades mentales aumentando la memoria.
- Combate la celulitis.
- Reactiva la circulación y el aparato respiratorio, lo que ayuda a mejorar la resistencia física.
- Refuerza y redefine la musculatura.
- Fortalece las articulaciones previniendo la descalcificación ósea.
- Drena el sistema linfático.
- Combate el estrés.
- Aumenta la creatividad.
- Colabora en la corrección postural.
Una clase de AeroYoga®
Las clases de AeroYoga® duran 60 minutos. La mayor parte de todo ese tiempo se dedica a trabajar la respiración y la corrección postural. Los últimos diez minutos de la clase suelen centrarse en la obtención de una relajación final y profunda.
En el AeroYoga®, las asanas son sostenidas por el columpio y pueden realizarse en completa ingravidez o ayudándonos del contacto con el suelo. Una de las grandes virtudes del AeroYoga® es que el riesgo de uso del columpio (hay que tener presente que siempre podemos caer de él o que siempre podemos adoptar una postura que “cargue” en exceso una parte determinada del cuerpo) obliga a quien lo practica a extremar al máximo su concentración, lo que siempre es positivo de cara a aprovechar al máximo los beneficios que puede proporcionarnos este tipo de práctica.
Aunque el AeroYoga® puede ser practicado por personas de todas las edades hay personas para las que ciertas posturas pueden resultar especialmente incómodas o “mareantes”. Después de todo, no todos estamos preparados para estar durante demasiado tiempo “cabeza abajo”.
Siempre es recomendable combinar los ejercicios de AeroYoga® con disciplinas cardiovasculares. Gracias a esa combinación, la tonificación del cuerpo podrá conseguirse de una manera más sencilla.
Hola,soy de Gijón y estaría interesada en clases de yoga aéreo.Me gustaría informarme si hay de horarios y precios.Gracias