El Ayurveda acostumbra a señalar que el sabor dulce produce satisfacción y felicidad. Esto puede hacernos creer que el azúcar, ingerido tal cual, es un producto ideal para nuestra alimentación ayurvédica. Nada más lejos de la realidad. Cuando lo sabios ayurvédicos hablaban de sabores dulces no hablaban de los concentrados de azúcar que ahora consumimos, sino de azúcares más naturales.

Cuando hablamos de azúcar acostumbramos a hacerlo de algo que no es un producto natural, sino de una sustancia química concentrada: el azúcar refinado o sacarosa, el azúcar blanco que se vende en los supermercados y que suelen darnos, metido en un sobrecito, cuando tomamos un café en un bar cualquiera. Para conseguir el azúcar refinado se toma la caña de azúcar o la remolacha y se realiza un proceso químico de sustracción de sales minerales y oligoelementos naturales. Así, se aísla la sacarosa, un producto que tiene una “pureza” de concentración del 99% y que ha perdido las complejas combinaciones de vitaminas, minerales y enzimas que posee el azúcar de caña y que garantizan no sólo la fácil absorción del azúcar, sino también su fácil combustión y la fácil obtención de energía por parte del cuerpo humano.

Por el contrario, cuando el cuerpo humano debe metabolizar el azúcar refinado tiene que ceder reservas de tiamina (un tipo de vitamina), enzimas y minerales para poder asimilar el azúcar blanco. Al deber ceder esas reservas, los órganos de nuestro cuerpo pierden esos biocatalizadores, fundamentales a la hora de quemar esos nutrientes y obtener la energía necesaria para que el cuerpo funcione correctamente. Así, el azúcar blanco, en lugar de nutrir y aportar calorías útiles, roba al cuerpo nutrientes que éste poseía.

La ingesta desordenada de azúcar blanca, pues, tendría una relación directa con la aparición de algunas enfermedades. La obesidad, los desórdenes digestivos, las caries dentales, la diabetes o la cardiopatía serían algunas de ellas. Algunos estudios, además, apuntan a la posibilidad de que la ingesta excesiva de azúcar puede tener relación directa con algún tipo de cáncer.

¿Y si sustituimos el azúcar blanco por el azúcar moreno? Sin duda, ésta es una opción que, sin ser la panacea absoluta, sí debemos aplaudir. Al ser un producto semi-refinado, el azúcar moreno conserva algunas de sus propiedades nutritivas naturales. Eso sí: al comprar azúcar moreno debemos tener presente que no todo lo que se vende en el mercado como tal lo es. De hecho, en alguna ocasión han aparecido marcas comerciales que han añadido colorante marrón o caramelo al azúcar refinado para dar apariencia de azúcar moreno.

Lo que nuestro cuerpo realiza al ingerir azúcar es poner en marcha un proceso mediante el cual dicho azúcar es convertido en glucógeno y almacenado en el cuerpo. Los límites de almacenamiento de dicho glucógeno, sin embargo, son muy estrictos. Más allá de esos límites, parte del azúcar es convertido en moco y desechado a través de la mucosa de los bronquios o los intestinos y parte de él es convertido en triglicéridos (grasas) por el hígado. Así, una ingesta excesiva de azúcar aumenta el dosha Kapha.

¿Cómo tomar el azúcar?

Sin duda, la mejor manera de introducir el azúcar en nuestra dieta ayurvédica es a través de la ingesta de frutas y verduras. La fruta nos aporta no sólo azúcar, sino también tiamina, esa vitamina que, como ya hemos comentado, resulta fundamental a la hora de metabolizar correctamente el azúcar. Tomándola a través de la fruta, el cuerpo no debe recurrir a sus reservas de tiamina como debe hacer cuando ingiere azúcar blanco refinado.

El azúcar que el cuerpo necesita para funcionar correctamente debe proporcionarse, así, mediante frutas, zumos de frutas y cereales integrales. Los cereales se deben convertir, en la dieta ayurvédica, en una fuente estable y regular de azúcar. Hay momentos, sin embargo, en los que el cuerpo necesita una “dosis rápida” de azúcar. En ese caso, lo mejor es optar por zumos de frutas como los de uva o pera. La leche de coco y el zumo de zanahoria son buenas opciones, también, para incorporar azúcares de una manera natural y ayurvédica a nuestro organismo.