Si hay una ciudad que durante mucho tiempo fue símbolo de la India rural ésa es Anantapur. Ubicada en el estado de Andhra Pradesh, esta ciudad india está situada 356 km al sur de Hyderabad, capital del estado.

Anantapur se encuentra en mitad de una llanura seca y estéril y durante muchos siglos estuvo habitada por los parias más parias de la India. Incluso el gobierno animó a los habitantes de las llanuras de Anantapur a abandonar estas tierras para dirigirse a rincones más fértiles de la India.

Fue en 1969 cuando llegó a esta ciudad un misionero jesuita, Vicente Ferrer Moncho, que acabaría convirtiéndose en referencia mundial de la lucha contra la pobreza. Junto a Anna, que posteriormente se convertiría en su mujer, Vicente Ferrer inició una descomunal tarea solidaria. La construcción de pozos y de estructuras hídricas fue uno de los primeros proyectos desarrollados por Vicente Ferrer. Dicha construcción permitió la introducción de horticultivos. En la actualidad, el 75% de la población india puede vivir de la agricultura y la Fundación Vicente Ferrer es uno de los puntos que algunas agencias de viajes acostumbran a proponer como visita a los turistas que desean contratar con ellas su viaje a la India.

El cambio silencioso y, en el fondo, revolucionario que Vicente Ferrer había proyectado para cambiar la historia de Anantapur se fundamentaba no sólo en la creación de dichas infraestructuras hídricas. También se fundamentaba en dignificar a las castas más bajas. Aunque la constitución india de 1949 prohibía la existencia de los intocables (dálits), éstos seguían existiendo, y Vicente Ferrer se propuso dar trabajo a los miembros de estas castas al tiempo que se luchaba por modificar la visión que de la mujer podía tenerse en la sociedad india. Para modificar esa visión de la mujer, Vicente Ferrer puso especial empeño en reforzar su educación al tiempo que potenciaba la educación de los más pequeños.

Durante alrededor de cuarenta años (Vicente Ferrer falleció en Anantapur en 2009, a los 89 años de edad), este exjesuita realizó una tarea titánica. Hoy en día, en la Fundación Vicente Ferrer, que se define como una ONG de desarrollo, de carácter político y aconfesional, comprometida con la mejora de las condiciones de vida y con el proceso de transformación de una de las zonas más depauperadas de la India, trabajan casi 2.000 personas. El 99% de ellas, aproximadamente, son de Anantapur. Su trabajo, según indicaciones de la propia Fundación, beneficia a más de dos millones y medio de personas y llega a más de 2.200 pueblos y aldeas.

¿Cómo visitar la Fundación Vicente Ferrer?

La Fundación Vicente Ferrer ofrece la posibilidad de visitar sus proyectos. Para hacerlo, hay que seguir los pasos que os indicamos a continuación.

El primero de ellos, fundamental, consiste en dirigirse por email a la Fundación Vicente Ferrer indicando en dicho mail:

  • Número de visitantes.
  • Fecha y hora prevista de llegada a la Fundación.
  • Señalar el número de niño apadrinado en caso de tener alguno.

El no tener un niño apadrinado no impide la visita a la Fundación Vicente Ferrer. En este caso, sin embargo, quien quiera realizar dicha visita deberá presentar con antelación un impreso de solicitud cumplimentado.

La Fundación Vicente Ferrer recalca que no es necesario vacunarse para entrar en la India, aunque recomiendan que toda persona que quiera visitar la Fundación acuda a su médico para que éste le informe sobre las vacunas más aconsejables. Entre ellas, las más habituales, junto a la de la profilaxis de la malaria, son las del tétanos, el tifus y la hepatitis.

La Fundación Vicente Ferrer también da a sus posibles visitantes los siguientes consejos:

  • Llevar sólo medicamentos de uso personal. En la Aduana no se permite el paso de grandes cantidades de medicamentos.
  • Llevar un repelente de insectos fuerte o extra-fuerte.
  • Llevar un lápiz de amoníaco para aliviar y desinfectar las picaduras.
  • Llevar un protector gástrico para aliviar los ardores que pueda producir un tipo de comida que puede llegar a ser muy picante.

Los traslados a la Fundación Vicente Ferrer deben hacerlos cada viajero por su cuenta o gestionarlo a través de la agencia de viajes. Hay padrinos que pactan con la Fundación la contratación de un taxi que les traslade desde el aeropuerto a Anantapur. En estos casos, el taxi traslada a los viajeros desde el aeropuerto a la Fundación y son los propios viajeros quienes, en el momento del traslado, satisfacen el pago del viaje, que ronda sobre los 60 euros y que dura entre 3 y 4 horas. El viaje en tren desde Bangalore dura entre 4 y 5 horas; en autocar, entre 5 y 5 horas y media.

Una vez en la Fundación, los viajeros son trasladados al centro de visitantes. En él, éstos reciben explicaciones sobre el funcionamiento de la misma y lo que harán durante su estancia en ella.
En la Fundación Vicente Ferrer, los visitantes son alojados en bungalows para dos personas dotados de cuarto de baño, ducha, papel higiénico, toallas limpias y porche con tendedero. El alojamiento en estos bungalows es gratuito (tanto para visitantes que tengan niños apadrinados como para los no padrinos) y la estancia máxima es de 4 días (3 noches).

Desayunos y cenas suelen realizarse en el comedor común y las comidas suelen realizarse en ruta, en aquel punto que se esté visitando. Padrinos y no padrinos reciben la comida gratis.

Actividades de los visitantes de la Fundación Vicente Ferrer

Todas las actividades realizadas por los visitantes de la Fundación Vicente Ferrer suelen organizarse y comunicarse a la llegada de los visitantes. Éstos son agrupados en grupos. Las fechas, el número de visitantes y los propios proyectos que la Fundación esté desarrollando en dicho son los factores que determinan las actividades que realizan los visitantes a la Fundación.

Las actividades suelen iniciarse a las 9:30 de la mañana, tras el desayuno. Es a esa hora cuando los visitantes salen en vehículos 4×4 a visitar los diferentes poblados, escuelas, hospitales, etc. Los destinos más cercanos a la sede de la Fundación suelen estar a veinte minutos de viaje; los más lejanos, a unas dos horas. Los visitantes acostumbran a estar de regreso en la sede sobre las 18:00 de la tarde.

Entre las actividades reservadas a los padrinos se encuentra la de poder compartir con sus apadrinados 2 ó 3 horas del tiempo de su visita.

Si deseas conocer más detalles sobre lo que es la Fundación Vicente Ferrer o deseas, de algún modo, colaborar con ella, accede a su página web oficial clicando sobre el siguiente enlace: http://www.fundacionvicenteferrer.org/es/