
De entre los condimentos y especias culinarias que destacan por poseer un intenso y muy característico aroma hay que señalar el clavo de olor, una especia fruto de un arbusto de hoja perenne originario de las pequeñas islas volcánicas que forman en archipiélago de las Molucas y que pertenecen a Indonesia.
Al igual que otras especias como la canela o la nuez moscada, el clavo de olor ha sido a lo largo de una historia una especia muy apreciada. Traído a Europa por portugueses y holandeses, el clavo de olor había gozado de gran prestigio en China. No en vano, los chinos conocían las grandes propiedades antisépticas de esta especia y entre las costumbres de su cultura en aquella época hay que destacar una: el protocolo de la corte china establecía que cualquier persona que tuviera que dirigirse al emperador tenía que hacerlo mordiendo un clavo de olor.