Son muchas las personas profanas que tienden a confundir la práctica del Yoga con la práctica del Pilates y a considerar que, en el fondo, son prácticamente lo mismo. Para estas personas profanas, la confusión nace, muy probablemente, de considerar que tanto Yoga como Pilates son dos disciplinas basadas en la adopción de una serie de posturas que, de una manera u otra, implican la realización de una serie de estiramientos. También, seguramente, dichas personas relacionan el Yoga y el Pilates con la realización de una serie de ejercicios de relajación.
Ciertamente, el que una persona profana tanto a la práctica del Yoga como a la del Pilates pueda considerar que ambas son lo mismo puede considerarse comprensible. No en vano, ambas enfocan su metodología pensando en la persona como en un ser integral. Yoga, en sánscrito, significa unión, y su práctica persigue la unión de cuerpo, mente y espíritu. Joseph Pilates, por su parte, llamó a su método Contrology (Contrología), y determinó que el objetivo del mismo era perseguir la coordinación de cuerpo mente y espíritu. La similitud entre Yoga y Pilates, pues, puede hacer que quien los conozca en profundidad confunda dichos métodos.
En este artículo vamos a detallar las semejanzas y diferencias entre Yoga y Pilates para que, de ese modo, aprendamos a distinguir un tipo de práctica de la otra.
Semejanzas entre Yoga y Pilates
El que ambas disciplinas se enfoquen en el ser integral de las personas es, como ya hemos indicado, la primera semejanza entre Yoga y Pilates. Esta semejanza se hace evidente también en el hecho de que ambas disciplinas son disciplinas de bajo impacto y pueden realizarse en cualquier lugar. Para ello, basta con tener una esterilla o una colchoneta. Sí es cierto, sin embargo, que la esterilla o colchoneta de Pilates debe ser algo más gruesa que la de Yoga para, de ese modo, protegernos de cualquier impacto cuando tenemos que realizar ejercicios en los que se ruede. Por su parte, la esterilla de Yoga debe ser antideslizante para evitar cualquier imprevisto cuando realizamos según qué posturas.
Otra importante similitud entre Yoga y Pilates es que ambas disciplinas persiguen y posibilitan la mejora de nuestra postura corporal. El trabajo de nuestra zona central corporal o core permite la tonificación, fortaleza y flexibilidad de una musculatura que, a medio o largo plazo, va a permitirnos mejorar nuestra postura y, con ella, nuestra alineación corporal.
El hecho de que ambas disciplinas trabajen la flexibilidad y la movilidad articular es otra de las similitudes entre Yoga y Pilates. Tanto un objetivo como el otro revierten finalmente en una mayor calidad de vida.
Finalmente, Yoga y Pilates se asemejan en que ni uno ni otro tienen una única línea maestra sobre cómo debe practicarse. De la misma manera que, como hemos visto en algunos de nuestros artículos, existen diversas escuelas de Yoga y diversas maneras de concebir la práctica del mismo, también existen diversas maneras de practicar el Pilates.
Diferencias entre Yogas y Pilates
Si el Yoga y el Pilates han confluido en parecerse ha sido, en gran medida, a partir de su evolución, pues uno y otro nacieron desde perspectivas distintas. Más espiritual el Yoga, más místico que el Pilates, si el primero nació con la idea de alcanzar un estado de paz y quietud a partir de la práctica combinada de diferentes asanas, una determinada forma de respirar y una tarea de meditación; el segundo lo hizo como método de rehabilitación que, poco a poco, fue evolucionando hacia convertirse en un aprendizaje para saber cómo movernos de manera eficiente.
Uno y otro, Yoga y Pilates, se sirven también de la respiración para alcanzar sus objetivos. La forma en que la utilizan es, sin embargo, distinta. Pilates nos enseña a utilizarla para dar una mayor energía a nuestros músculos y para que éstos, así, funcionen de una manera óptima. En el Yoga, por el contrario, los ejercicios de respiración persiguen la relajación de la persona que los realiza. Si el Yoga se fundamenta en la respiración abdominal, el Pilates lo hace, principalmente, en la respiración torácica.
Otra de las diferencias entre Pilates y Yoga más notables que podemos encontrar tiene que ver con la dinámica de ambas prácticas. En Yoga, las asanas se construyen desde los extremos del cuerpo hacia el centro del mismo. En Pilates, por el contrario, la dinámica se construye a la inversa, es decir, desde el centro del cuerpo hacia sus extremidades.
Otra de las diferencias entre Yoga y Pilates radica en la diversa atención que uno y otro prestan a la fuerza y a la flexibilidad. Siendo como es la esencia de la práctica del Yoga el mantenimiento de unas posturas estáticas en las que se produce un cierto estiramiento muscular, podemos decir que el Yoga centra su trabajo físico en el entrenamiento de la flexibilidad. Por el contrario, al practicar Pilates, y debido a su dinamismo, no estamos trabajando de manera prioritaria la flexibilidad, sino la fuerza muscular. Eso se hace patente en la introducción en la práctica del Pilates de una serie de máquinas o instrumentos, algo que no se da en modo alguno en el Yoga. Si éste se sirve de bloques y esterillas o colchonetas; el Pilates, por su parte, ha ido incorporando a su práctica una serie de máquinas complejas que permiten trabajar la resistencia del cuerpo. Así, la práctica del Pilates se parece, en algunos aspectos, a una práctica más de gimnasio, una especie de fitness, algo que, sin duda, no se produce en el Yoga.
Otra de las diferencias más notables entre el Yoga y el Pilates es que el primero de ellos resulta más indicado para luchar contra el estrés, la ansiedad o la depresión. Al mismo tiempo, y tal y como hemos visto en alguno de los múltiples artículos que hemos dedicado al Yoga en esta web, entre sus múltiples beneficios podemos destacar los siguientes:
- Regula la presión arterial.
- Mejora la digestión y nuestro metabolismo.
- Fortalece nuestro sistema inmunológico.
Gracias a todo ello, la práctica del Yoga nos permite incrementar nuestra productividad diaria.
Por su parte, entre los beneficios que pueden derivarse de la práctica del Pilates podemos destacar las siguientes:
- Tonificación de los músculos abdominales.
- Estabilización de la columna vertebral.
- Mejora de la actitud postural.
- Fortalecimiento muscular.
En resumen, podríamos decir que, aunque en la base se puedan asemejar el Pilates y el Yoga, su estilo, la dinámica de su práctica y los beneficios derivados de la misma son diferentes. Muchas personas eligen combinar ambas prácticas para, de ese modo, obtener los beneficios derivados de ambas y, al mismo tiempo, obtener un conocimiento más íntegro y completo de nuestro cuerpo.