La mala circulación sanguínea es uno de los males más comunes en nuestra sociedad. Son muchas las personas que, bien sea debido al mantenimiento de un estilo de vida sedentario, bien al alto consumo de azúcares y grasas, bien a la combinación de ambas cosas, poseen una mala circulación.

Por mala circulación sanguínea se entiende aquélla en que existe un pobre o insuficiente flujo sanguíneo desde el corazón a cualquier parte del cuerpo. Entre las señales físicas que pueden ayudarnos a detectar una mala circulación sanguínea podemos destacar la sensación de frío en las extremidades, la de hormigueo, adormecimiento o picor en las mismas, la aparición de varices en las piernas, la hinchazón de pies y manos, la lenta cicatrización de las heridas y la sensación de agotamiento. En los casos más preocupantes y graves de mala circulación sanguínea, dos síntomas muy claros para detectarla son la aparición de úlceras en piernas y pies y aparición de una leve cianosis o coloración azulada de las puntas de los dedos o los labios.

Para mejorar la circulación sanguínea es fundamental introducir nuevas rutinas alimentarias. Comer pescados como atún, salmón o sardina; aumentar la ingesta de frutas y verduras; reducir el consumo de carnes rojas y realizar ejercicio físico (aunque sea de forma moderada) de manera rutinaria, son buenas medidas para mejorar la circulación sanguínea.

Por otro lado, si deseamos mejorar nuestra circulación sanguínea también podemos contar con la ayuda del Yoga. Las torsiones y estiramientos propias de las asanas de Yoga, unidas a las técnicas de relajación y de respiración profunda que les acompañan tienen un efecto positivo sobre el corazón y, por tanto, le ayudan en su tarea de bombear la sangre. En este artículo vamos a recomendar algunas de las principales posturas de Yoga para mejorar la circulación sanguínea.

Posturas invertidas para mejorar la circulación

Por regla general, las posturas de Yoga llamadas “de inversión” (es decir, aquéllas en las que las piernas están en posición más elevada que la cabeza) son muy beneficiosas para los problemas de circulación. Siendo como es la zona de los tobillos una zona problemática cuando se tiene mala circulación sanguínea, elevar las piernas facilita que la gravedad haga el trabajo de descomprimir esa zona conflictiva de nuestro cuerpo.

Entre las posturas invertidas de Yoga para mejorar la circulación sanguínea podemos destacar las siguientes:

  • Viparita Karani. Es una postura invertida de fácil realización. Gracias a ella notaremos cómo las piernas se aligeran de esa sensación de pesadez que provoca en ellas la mala circulación sanguínea. Para ejecutar esta postura de Yoga para mejorar la circulación deberemos tumbarnos en el suelo, acercar las nalgas todo lo que podamos a la pared y, una vez colocados así, levantar las piernas y, manteniéndolas rectas, apoyarlas en la pared. Para que esta asana resulte efectiva, deberemos mantener la postura entre cinco y diez minutos mientras, progresivamente, vamos relajando todo el cuerpo.
  • Sirshasana. Conocida como “la reina de las asanas”, esta asana, además de ayudar a conseguir estabilidad y serenidad, ayuda también a mejorar la circulación sanguínea. Ésta es una asana de difícil realización. Si deseas aprender a realizarla, lee nuestro artículo: “Asanas invertidas: la sirshasana”.

Junto a estas dos asanas invertidas podemos destacar también otras asanas como la postura del delfín, la Urdhva padmasana o la Pindasana. De estas posturas os iremos hablando en próximos artículos.

Otras asanas para mejorar la circulación

Más allá de las asanas invertidas, existe una serie de asanas de Yoga para mejorar la circulación arterial que no queremos dejar pasar la oportunidad de recomendar. Dichas asanas son:

  • Halasana o postura del arado. Para realizar esta postura de Yoga, túmbate en el suelo, boca arriba, con los brazos estirados y paralelos al cuerpo. Una vez colocado así, lleva las piernas hacia la cabeza manteniendo los brazos en la misma postura. Si vieras que, llevando las piernas hacia la cabeza, no llegas a tocar el suelo con la punta de los dedos de los pies, coloca tus manos sobre la región lumbar. Al llevar las manos a esa zona de tu cuerpo conseguirás aliviar la tensión de la zona lumbar. Esta postura de Yoga para mejorar la circulación sanguínea te servirá también para aliviar la tensión de la zona lumbar y para mejorar el tránsito intestinal. Eso sí: procura no realizar esta postura si padeces alguna lesión en el cuello.
  • La Garudasana o postura del águila. En nuestro artículo del mismo título enumerábamos los beneficios de esta asana para mejorar la circulación arterial y dábamos las indicaciones oportunas para realizarla.
  • Supta Padangusthasana. O, lo que es lo mismo, postura de mano al dedo gordo en posición supina. ¿Cómo se realiza esta postura de Yoga para mejorar la circulación sanguínea? Esta postura sirve, también, para estirar los tendones del hueco poplíteo (lo que popularmente se conoce como corva de la rodilla). Para realizar esta asana debemos tumbarnos en posición supina (boca arriba) en el suelo y con las piernas extendidas. Una vez así, exhalaremos, elevaremos una de las piernas, rectas, y la llevaremos hacia atrás, en dirección a la cabeza. Una vez lo hayamos hecho, cogeremos el gordo dedo de nuestro pie con los dedos de la mano. Si nuestra flexibilidad no nos permitiera alcanzar dicho dedo, agarraríamos (dependiendo de nuestra flexibilidad) gemelo, rodilla o muslo.

Otras posturas de Yoga para mejorar la circulación sanguínea son las posturas de la vaca, del gato y del triángulo, posturas de las que, de un modo u otro, ya hemos hablado en esta sección.

Esperamos que incluyas estas asanas en tus rutinas de Yoga. Ellas te ayudarán a tener una mejor circulación sanguínea. Eso sí: ten siempre presente que el Yoga sólo será un complemento más al mantenimiento de una dieta variada y saludable. Sin el mantenimiento de una dieta correcta, difícilmente se puede gozar de una buena circulación.