¿Concibes un viaje a París sin visitar la Tour Eiffel? ¿Puedes ir a Nueva York sin hacer un huequecito en tu planning de viaje para pasear por Central Park? ¿Quién vuelve de Roma sin haberse asomado a la monumentalidad impresionante del Coliseo? Cada ciudad tiene un rincón que la simboliza, un monumento que la representa, una cita ineludible para el turista que la visita. Y lo mismo que sucede con las ciudades pasa con los países. En India, ese símbolo perfectamente reconocible a nivel planetario es el Taj Mahal, el archiconocido mausoleo que el emperador Shah Jahan mandó construir para que albergara los restos de su esposa favorita.

La historia que se oculta tras la construcción del Taj Mahal es digna de una novela romántica. El príncipe Shahbuddin Mohammed se enamoró de Arjumand, la hija del Primer Ministro de la Corte, al verla en un bazar. La joven se estaba probando un collar de diamantes. Él preguntó el precio. Diez mil rupias, le dijeron. Sin dudarlo, el príncipe compró aquel collar y se lo regaló a Arjumand. Cuando se casaron, Shahbuddin Mohammed nombró a Arjumand Mumtaz Mahal, la Elegida del Palacio. Con ese nombramiento la destacaba como favorita entre todas sus esposas. Unos años después, Shahbuddin fue coronado con el nombre de Shah Jahan como emperador de la dinastía mogola.

El parto de la decimocuarta hija del matrimonio fue el causante de la muerte de Mumtaz Mahal. En su memoria, su viudo esposo mandó edificar ese deslumbrante mausoleo que es el Taj Mahal. Ejemplo de simetría, Patrimonio de la Humanidad desde 1983 y catalogado como una de las siete maravillas del mundo moderno, este complejo de edificios que es el Taj Mahal fue construido entre 1631 y 1654 y no puede faltar en el plan de viaje de nadie que se acerque a India con ganas de conocer sus múltiples maravillas.

El Taj Mahal está ubicado en la ciudad de Agra, en el estado de Uttar Pradesh, al norte de India, junto al río Yamuna. Como hemos dicho, es un conjunto de edificios en los que, aparte del mausoleo en el que están enterrados los esposos (y que es la imagen más reconocible del complejo y aquélla que le ha permitido adquirir la fama de que goza), hay una serie de edificios entre los que encontramos la darwaza o acceso al Taj Mahal, el masjid o mezquita, el jawab o casa de invitados y una serie de mausoleos secundarios. En estos mausoleos secundarios están enterradas las otras esposas de Shah Jahan e incluso el sirviente favorito de Mumtaz Mahal.

Estos edificios, al contrario que el mausoleo principal del Taj Mahal, están construidos con arenisca roja. Todo el complejo está rodeado en tres de sus lados por un muro almenado de piedra roja. El cuarto lado del cuadrángulo que rodea al complejo lo forma el propio río Yamuna.

En el interior del complejo del Taj Mahal y en el centro del mismo existen unos jardines que, como todos los jardines musulmanes, simbolizan el Paraíso. Estos jardines tienen una superficie de casi siete hectáreas y son perfectamente simétricos. Construidos de manera geométrica y partiendo del número 4 (sagrado en el Islam), los jardines del Taj Mahal poseen cuatro canales (cada uno de ellos simbolizaría uno de los cuatro ríos existentes en el paraíso) que, flanqueados de cipreses, confluyen en un estanque central, hecho de mármol blanco, algo elevado del suelo, cuajado de nenúfares y en el que se refleja el mausoleo principal. Los jardines del Taj Mahal son, aún hoy, arados por bueyes.

El mausoleo principal del Taj Mahal y en el que residen los restos de Mumtaz Mahal está realizado en mármol blanco y es un edificio simétrico, de inspiración persa, dotado de un iwan o portal saliente y de una gran cúpula del tipo cebolla, de alrededor de 35 metros de altura y coronada con una aguja.

El complejo entero del Taj Mahal está decorado con pasajes del Corán. En el mausoleo principal, los pasajes están incrustados en oro sobre paneles de mármol blanco.

Bajo la cúpula del Taj Mahal se encuentra la sala central del mausoleo, es decir, el espacio en que se encuentran las tumbas de Mumtaz Mahal y del emperador. Quien tenga la suerte de poder visitar el Taj Mahal podrá comprobar que ambas tumbas son el único elemento que rompe la perfecta simetría de todo el complejo. El motivo escapa a la voluntad del emperador. La sala octogonal en que se hallan las tumbas estaba diseñada para albergar solamente la tumba de su esposa favorita, pero su propio cenotafio fue añadido después por su hijo. Éste, además, tuvo encarcelado a su padre. Se cree que ese encarcelamiento impidió que el emperador mandara construir, al otro lado del río, un mausoleo igual al de su esposa favorita pero en mármol negro. Se cuenta que el emperador planeaba unir ambos mausoleos con un puente de oro que comunicara una orilla del río con la otra. Al parecer, el hijo frustró los deseos paternos y, así, las dos tumbas permanecen juntas. Rodeadas de una pantalla realizada en mármol calado y con incrustaciones de piedras preciosas, las tumbas del matrimonio constan de una gran urna con base alta y decorada con asombrosa precisión con incrustaciones y caligrafía que sirve para identificar los restos enterrados allí.

Sobre la construcción y la historia del Taj Mahal circulan múltiples leyendas. Se dice, por ejemplo, que fue construido por 20.000 obreros y que se utilizaron mil elefantes para trasladar hasta allí los materiales necesarios para su construcción. Se dice que éstos se buscaron entre los mejores de la época (mármol blanco de Jodhpur, turquesas del Tíbet, jade y cristal de China, crisolita de Egipto, zafiros de Ceylán, ágata del Yemen, coral de Arabia…). Se dice que el emperador mandó matar a la mujer del arquitecto para que así sintiera lo mismo que él había sentido al perder a su mujer y también que le cortó las manos y lo dejó ciego para que no pudiera volver a construir algo semejante. Se dice que el Taj Mahal estuvo a punto de ser demolido durante la dominación inglesa para aprovechar el mármol de la fachada y venderlo en subastas. Y también que algunos autores sostienen que fue construido como templo de adoración a Shiva.

Los últimos rumores que han surgido sobre el Taj Mahal son especialmente preocupantes. Hablan de que el Taj Mahal se está hundiendo. Como si fuera Venecia, pero por motivos radicalmente distintos. Si en Venecia todo es cuestión de humedad, aquí los problemas radican precisamente en lo contrario. Al parecer, los cimientos del Taj Mahal necesitan, para cumplir con su función, la humedad del río. El hecho de que el Yamuna se esté secando ha hecho que, según algunos estudios, algunos minaretes se hayan hundido casi 4 centímetros durante los últimos 30 años. Sin duda, un motivo más para decidirse a visitar esta maravilla de la arquitectura que es el Taj Mahal.