Tan descomunal como encantadora y tan inmensa como llena de contrastes. Así es Calcuta o Kolkata, una de las mayores áreas metropolitanas de todo el continente asiático. En Calcuta conviven, en abigarrada vecindad, edificios imperiales y bazares llenos de vida, suburbios misérrimos y elegantes hoteles, el fangoso río Hooghly transitado por cientos de barcos y los espectaculares jardines que salpican la ciudad… De Calcuta podríamos hablar como si se tratara de un collage, de un álbum de imágenes yuxtapuestas.

Calcuta, creada por los ingleses, es una ciudad industrial y cosmopolita que atesora un sinfín de muestras de arquitectura colonial. No en vano, creada a partir del puerto comercial establecido por Job Charnock a orillas del río Hooghly, Calcuta fue la capital del Imperio Británico de la India. Hoy en Calcuta conviven en armonía lenguas como el hindi, el bengalí, el urdu y, qué duda cabe, el inglés.

Entre los principales monumentos y lugares turísticos de inexcusable visita que podemos encontrar en Calcuta podemos destacar los siguientes:

  • Catedral de San Pablo. La catedral de San Pablo, construida entre 1839 y 1847 es estilo neogótico, fue la primera catedral erigida por la Iglesia anglicana en la India durante la época colonial. Víctima de varios terremotos, la catedral de San Pablo de Calcuta fue rehecha en su práctica totalidad tras el gravísimo terremoto de 1934. Dotada de bellísimas y coloridas vidrieras y con dos frescos inspirados en el Renacimiento italiano, esta catedral se encuentra en la zona de Shakespeare Sarai y posee en su interior la tumba del primer obispo que Calcuta.
  • Museo Nehru de los Niños. Esta institución, fundada en 1972, nació con el objetivo de acercar la divulgación científica y la etnología al público infantil y familiar. El museo consta de cuatro salas, en las que se ofrecen exposiciones dedicadas tanto a la cultura india como a la occidental. Este museo guarda una notable colección de muñecas y juguetes de diversas partes del mundo.
  • Palacio de Gobierno de Raj Bhavan. Si hay un edificio que sirve para simbolizar a la perfección el poder imperial británico en Calcuta es este edificio erigido entre 1799 y 1805. Dotado de un majestuoso cuerpo central con grandes corredores curvos que irradian desde sus cuatro ángulos, el Palacio de Gobierno está construido con ladrillos recubiertos de yeso blanco. En el interior de este impresionante edificio de tres plantas podemos encontrar un magnífico salón con columnas de mármol, el Salón de Trono, pequeños salones para desayunar o comer y las habitaciones que fueron utilizadas por el Príncipe Eduardo de Gales cuando visitó Calcuta en 1921. Dentro del Palacio de Gobierno de Raj Bhavan encontramos también el Salón de Mármol. Éste, dotado de una nave central que, al igual que los atrios romanos, está separada por pilares de los pasillos laterales, se acostumbra a utilizar como comedor de Estado y tiene capacidad para cien personas. Otras de las maravillas que atesora el Palacio de Gobierno de Raj Bhavan en Calcuta son sus jardines, su biblioteca y su archivo.
  • Puerto de Calcuta. Como hemos visto, fue el establecimiento por parte de los ingleses de un puerto comercial en la orilla izquierda del río Hooghly lo que dio lugar al nacimiento de Calcuta. Durante la Segunda Guerra Mundial fue duramente bombardeado por los japoneses, pero eso no ha restado al puerto de Calcuta su relevancia. Poseedor del mayor dique seco de la India, el puerto de Calcuta tiene, en la actualidad, dos terminales. Una de ellas está ubicada en la misma Calcuta; otra, en Haldia. Esta segunda terminal está destinada al comercio marítmo.
  • Templo de Kalighat. Éste es el principal recinto sagrado de Calcuta y uno de los principales centros de peregrinación de toda la India. En su interior se celebran sacrificios de animales en honor de la diosa Kali, diosa de la muerte y de la destrucción y que, según cuenta la mitología hindú, fue despedazada por Vishnu. Según dicha leyenda, el cuerpo de Kali fue cortada en 51 trozos, que fueron esparcidos por el mundo. En cada lugar en que cayó un trozo del cuerpo de Kali se puede encontrar, hoy, un templo en honor de esta diosa. En Calcuta, según cuenta la leyenda, cayó un dedo del pie derecho de la diosa. El templo de Kalighat, que no es un templo especialmente hermoso pero que sí transpira misticismo y fervor religioso, tiene dos plantas y se encuentra en el centro de un dédalo de callejuelas llenas de puestos callejeros.
  • Victoria Memorial Hall. La cúpula de este edificio constituye una de las imágenes más representativas de la ciudad. Con este palacio, el virrey lord Cuzon quiso rendir homenaje tras su muerte a la imperial monarca británica que da nombre al edificio. Este edificio, finalizado finalmente en 1921, acoge el Museo de Historia de la India y un buen catálogo de sugerentes jardines llenos de fuentes, arboledas, esculturas magníficas y suntuosos parterres de flores. Espectacularmente iluminado por las noches, en la Sala Real de este impresionante edificio podemos encontrar una magnífica colección de pinturas (muchas de ellas protagonizadas por la reina Victoria), así como un extenso catálogo de miniaturas, litografías, postales y recuerdos de la época victoriana.

Otros de los encantos que podemos encontrar en Calcuta son el zoo, la casa de Teresa de Calcuta, la casa natal de Rabindranath Tagore, el Jardín Botánico, los cementerios coloniales o la gran Mezquita Nakhoda.

Llegar a Calcuta es sencillo. El Aeropuerto Internacional Netaji Subhas Bose se encuentra a 17 km del centro de la ciudad y está conectado con ella con líneas de metro, autobús, taxis y trenes. En el aeropuerto, además, se pueden alquilar vehículos para desplazarse hasta la ciudad y moverse por ella. Calcuta, además, posee la mejor red de transporte del país. Dentro de la ciudad podemos desplazarnos en metro, autobús, tranvía o taxi. Alquilar un coche para circular por el centro de la ciudad puede resultar una experiencia un tanto estresante, ya que el tráfico en Calcuta es algo caótico.