Basta decir Goa para que una serie de conceptos acudan a la imaginación de quien escucha el nombre de ese estado ubicado en la costa centro-oeste de la India. Uno de esos conceptos es el de hippie. No en vano, Goa fue el destino predilecto de toda la horda de hippies y nómadas de todo el mundo que, a finales de los 60 y principios de los 70, acudieron a Goa con la intención de empaparse de una nueva filosofía de vida.

Otro de los conceptos que irremediablemente acude a la imaginación de quien escucha el nombre de Goa es el de playa. Ya lo contábamos en el artículo que en su momento dedicamos a Goa y al que titulamos “Goa, algo más que playas”. Contábamos allí hasta qué punto el nombre de Goa va asociado a “imágenes de playas paradisíacas en las que las olas parecen lamer los palmerales y en las que el tiempo se vuelve una sustancia estática” y hacíamos hincapié en que en Goa existían muchos atractivos turísticos más allá de las playas, destacando en esa relación de lugares turísticos a visitar en Goa una serie de iglesias y conventos construidos por los portugueses en los tiempos de la colonización.

En esta ocasión, sin embargo, sí queremos centrar nuestra mirada en las playas de Goa y, en particular, en una de ellas: la playa de Palolem o Palolem Beach.

Palolem es un pequeño pueblo pesquero ubicado en el sur de Goa. Su playa tiene una longitud aproximada de unos dos quilómetros y tiene forma de media luna. Delimitando los límites de la playa de Palolem existe una serie de rocas, a un extremo y otro, que sobresalen del mar.

Los múltiples turistas que acuden a la playa de Palolem lo hacen atraídos principalmente por la tranquilidad de su mar (más tranquilo en la zona norte de la playa, donde hay menos corrientes, que en la zona sur) y por la suave pendiente de la misma, que la convierten en un lugar magnífico para caminar, tarea que, en ocasiones, se hace un poco dificultosa, sobre todo cuando hay marea alta, por la presencia un tanto masiva de viajeros y vendedores ambulantes.

A lo largo de la playa de Palolem pueden encontrarse múltiples cabañas. Residir en ellas, a tiro de piedra del agua, es uno de los atractivos turísticos más valorados por los viajeros que visitan Palolem. La mayor parte de estas cabañas no pueden ser reservadas por anticipado, por lo que el viajero no sabe si va a poder disfrutar de una de ellas hasta que no se halla en Palolem. Si el viajero desea encontrar una cabaña libre en Palolem lo mejor es no acudir en la época de Navidad, pues es entonces cuando Palolem recibe a un mayor número de turistas. A la hora de buscar una de estas cabañas se debe tener presente un principio fundamental en muchas partes de la India: hay que regatear el precio.

cabañas de Palolem Beach

Cuando hay marea baja, el viajero que visita la playa de Palolem puede gozar de una experiencia muy agradable: la de ir caminando hasta la isla de Monkey. Esta isla, que tiene una red de senderos de agradable recorrido, se encuentra a la parte derecha de la playa según se mira el mar. Cuando la marea sube, ir de la playa de Palolem a la isla de Monkey o viceversa es algo que no se puede realizar sin mojarse algo más de la cuenta.

Recorrer Palolem es una tarea que no exige grandes esfuerzos, ya que Palolem es un lugar relativamente pequeño, aunque, si lo desea, el viajero puede alquilar bicis o motos o contratar los servicios de algún taxi o algún rickshaw.

En Palolem, el viajero puede encontrar puestos de artesanía, así como tiendas de especias, ropa y música. Gran parte de la ropa que se vende en Palolem, al igual que mucha de la que se vende en todo el estado de Goa, es ropa de influencia hippie.

Palolem Beach

Excursiones desde Palolem

Otras de las actividades que pueden realizarse en Palolem son las siguientes:

  • Aprovechar el amanecer o la puesta de sol para dar un paseo en barco y, así, podré ver los delfines que se acercan a las costas de Goa.
  • Visitar el Santuario de Vida Salvaje de Cotigao. Este complejo de eco-turismo tiene un centro de interpretación de la naturaleza, así como casas, baños, biblioteca, centro de rescate, zona infantil y cantina. Con un denso bosque formado por árboles que, en algunos casos, superan los treinta metros de altura, en este Santuario de Vida Salvaje se pueden encontrar animales como el pájaro carpintero de vientre blanco, el pangolín indio, la ardilla voladora o el antílope de cuatro cuernos. El Santuario de Vida Salvaje de Cotigao dispone también de ocho senderos por los que se puede pasear y entrar en contacto con algunos grupos tribales autóctonos de la zona. Los amantes de la ornitología pueden encontrar en este lugar hasta doscientas especies distintas de aves.
  • Hacer una excursión hasta las cataratas Dudhsagar. Estas cataratas están catalogadas como una de las cascadas más grandes de la India. No en vano, las cataratas Dudhsagar tiene una altura de 310 metros y una anchura media de alrededor de 30 metros. Esta cascada, que forma frontera entre el estado de Goa y estado de Karnataka, resulta especialmente espectacular durante la temporada del monzón.
  • Visitar una granja de especias.
  • Visitar la playa de Agonda, que está situada unos 20 km al norte de Palolem, y que es una playa mucho más tranquila y menos visita. Un poco al norte de la playa de Agonda se encuentra el fuerte Cabo da Rama, desde el que se pueden contemplar unas excelentes vistas tanto de la playa de Colva, que está a sus pies, como del mar Arábigo.
  • Realizar algún curso de Yoga en la misma playa de Palolem.
  • Visitar el mercado para turistas y hacerse un tatuaje de henna en alguno de los puestos.

Sin duda, el viajero que recorra esta parte de la India debería aprovechar la ocasión para disfrutar al menos durante dos o tres días de la tranquilidad de la playa de Palolem y de la belleza paradisíaca de las costas de Goa.