El Yoga tiene 8 ramas. Éstas están escritas en sus textos fundacionales. Dichos textos datan del siglo III a.C. y fueron escritos por el sabio Pantajali. Cualquiera que desee adentrarse seriamente en esta disciplina debe conocer las ocho ramas del Yoga. Nosotros te vamos a hablar de ellas en este post.
Cada una de esas ocho ramas representan una etapa del camino de realización personal que emprende todo yogui. Seguir el orden establecido es fundamental para alcanzar la sabiduría de la misma forma que un árbol se eleva para alcanzar la luz.
Las ocho ramas de la Yoga son las siguientes:
- Yama
- Niyama
- Asanas
- Pranayamas
- Pratyhara
- Dharana
- Dhyana
- Samadhi
De entre todas ramas, las cinco primeras se corresponden a prácticas de tipo externo y las 3 últimas, a prácticas de meditación o de carácter interno.
Ahora vamos a ver en qué consiste cada una de estas ramas.
Yama
El Yoga no es una religión, pero tiene una serie de mandamientos éticos. Cada uno de esos mandamientos es un yama Cumplirlos es necesario para interactuar de forma correcta tanto con los demás como con nuestro propio yo.
Los 5 yamas del Yoga son los siguientes:
- Ahimsa. este principio exige renunciar a cualquier tipo de violencia, tanto verbal como física. El respeto, el amor y la compasión debe guiar nuestro comportamiento con los demás. Para conseguirlo, hay que saber amarse y respetarse a uno mismo.
- Satya. Obligación de ser honestos y sinceros con uno mismo y con los demás. La verdad debe guiar nuestros pasos.
- Asteya. Debemos aceptarnos tal y como somos. Esa aceptación nos impedirá robar. Se roba cuando se desea ser otro diferente al que somos. Los bienes de los demás, tanto materiales como inmateriales, son sagrados y no deben menoscabarse.
- Brahmacharya. Hay que controlar los impulsos. La euforia, la agresividad o los impulsos sexuales nos hacen malgastar una energía que deberíamos emplear para acciones más importantes.
- Aparigraha. No se debe codiciar ni acaparar más de lo necesario. No es necesario para vivir de una forma plena.
Niyama
Cada uno de los 5 niyama existentes es, también, un código de conducta. En este caso, sin embargo, el código se centra en nosotros mismos.
El objetivo de los niyama es modificar nuestra forma de comportarnos y de pensar para, así, eliminar lo que de malo alberguemos dentro de nosotros. Conseguido eso, sabremos disfrutar más del presente y seremos más felices.
Los cinco niyama son los siguientes:
- Saucha. Hay que buscar la pureza y la limpieza tanto interior como exterior.
- Santhosa. Debemos intentar mostrarnos en todo momento como personas alegres.
- Tapas. Debemos emprender todas nuestras acciones con entusiasmo.
- Svadhyaya. Debemos autoestudiarnos. Desarrollar nuestra autoconciencia es fundamental para crecer espiritualmente.
- Ishvara Pranidhana. Hay que mostrarse agradecidos con la Madre Tierra. Para alcanzar este objetivo es muy importante saber utilizar los mantras.
Asanas
La tercera rama del Yoga son las asanas, es decir, las posturas que se realizan en una sesión o clase de esta disciplina. Su objetivo fundamental es cuidar del cuerpo y ayudarlo para prepararse para la respiración profunda.
Otros de los objetivos de las asanas son:
- Ayudar en el desarrollo del equilibrio.
- Mejorar la resistencia muscular y la elasticidad.
- Equilibrar la energía corporal para conseguir estabilidad a todos los niveles (mental, físico y emocional).
El aprender a mantener posturas de Yoga sirve para poder meditar de forma intensa y durante laargo tiempo.
Existen múltiples modalidades de asanas: de pie, invertidas, sentadas, etc. Conocerlas es fundamental para realizar prácticas variadas de esta disciplina.
Pranayama
Esta rama hace referencia al control de la respiración, fundamental en el Yoga.
La energía vital recibe el nombre de prana. Fluyendo a través de los canales energéticos o nadis, el prana recorre los 7 chakras o centros energéticos de nuestro organismo. Respirar de una forma consciente es fundamental para que ese fluir de la energía vital se realice sin problemas.
Esta cuarta rama del Yoga se centra en el aprendizaje de técnicas de respiración. Éstas, combinadas con las asanas y con ejercicios de meditación, serán fundamentales para avanzar en el camino de la sabiduría yogui. Sin ella, ese avance es imposible.
Pratyahara
Saber aislar a nuestros sentidos del momento presente es imprescindible para avanzar en ese camino de sabiduría del que hablamos. Ése es el objetivo de esta quinta rama.
Los sentidos deben estar orientados hacia nuestro interior. Evitar toda distracción externa nos ayudará a ser insensibles a aquellos factores que puedan perturbar nuestra paz interior.
Para conseguirl hay que dominar el propio cuerpo. Una vez más, saber controlar la respiración es fundamental para lograrlo.
Dharana
Como hemos indicado anteriormente, a partir de la sexta rama se entra en los llamados estados de meditación. Cuando hablamos de Dharana hablamos de centrar nuestra atención y nuestra concentración en un solo punto.
¿Qué debe ser ese punto? La variedad puede ser muy amplia. Puede ser un símbolo, un mantra, nuestra propia respiración, una manzana, una vela…
Concentrarse en ese punto no quiere decir obsesionarse con él. La atención en él debe mantenerse de una forma no forzada. Para conseguirlo, la práctica es fundamental. Una buen ejercicio previo para conseguirlo es el de la práctica diaria de la respiración consciente.
Dhyana
¿Qué es dhyana? Directamente relacionada con la rama anterior, ésta tiene un objetivo fundamental: alcanzar un estado de meditación profunda.
Llegados a ese estado, nuestra alma o espíritu adquiere todo el protagonismo. Nuestra personalidad, aquí, queda relegada a un plano secundario.
La concentración, llegados a esta etapa, fluye sin interrupciones. Si en la rama dharana habían pensamientos que se intercalaban y aparecían en mitad de la meditación, aquí los pensamientos ajenos a la meditación han desaparecido.
La persona que alcanza esta etapa pierde la noción del tiempo y el espacio y alcanza un más alto conocimiento de sí misma.
Samadhi
Si te asomas a internet y tecleas samadhi significado verás que éste es el nombre que se da a esa etapa o rama del Yoga en la que el yogui pierde la conciencia de sí mismo.
En cierto modo, el significado de samadhi sería el de llegar al final del camino, a la meta buscada.
El samadhi es un estado de máxima conciencia y de verdadera libertad espiritual.
Se distinguen dos tipos de samadhi:
- Savikalpa samadhi. Similar a un estado de trance, pueden experimentarse visiones o experiencias extrasensoriales sobre las que no se tiene control.
- Nirvikalpa samadhi. En este caso, en el trance se entra y se sale a voluntad. Es, por decirlo de algún modo, el grado máximo y más perfecto de samadhi.