¿Eres mujer, estás embarazada y te preguntas si puedes hacer Yoga? Eres consciente de que dentro de ti hay una criatura que va a estar 9 meses contigo pero no sabes hasta qué punto esa criatura puede resultar dañada por la práctica rutinaria de tu asana preferida. Y eso, lógicamente, te preocupa.
No lo hagas. No estás sola. No eres la única mujer que tiene esa duda. Todas las mujeres amantes del Yoga y practicantes asiduas de él se hacen esa pregunta cuando inician su embarazo. Algunas, las más experimentadas, intuyen que ciertos ejercicios pueden servir para aliviar molestias y para beneficiar tanto a la mamá como al bebé.
En este artículo vamos a hablarte de cómo deben combinarse embarazo y la práctica de asanas y de cómo debe entenderse el Yoga para embarazadas.
Beneficios del Yoga durante el embarazo
Son varios los motivos por lo que es muy recomendable el Yoga embarazadas. Hay estudios que demuestran cómo esta disciplina, siendo como es una actividad física de bajo impacto, ofrece múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre.
Para empezar, puede servir para reducir los síntomas depresivos que algunas mujeres padecen durante su embarazo. Para ello hay que acompañar las diferentes posturas que se vayan realizando con prácticas de meditación y relajación profunda.
El Yoga durante el embarazo sirve también para reducir el estrés y para incrementar la función inmunológica.
Otros de los grandes beneficios de esta disciplina durante el embarazo son:
- Sirve de preparación para el parto, disminuyendo el dolor durante el mismo y las posibilidades de tener cesárea.
- Mejora la psotura corporal, disminuyendo el dolor de espalda.
- Ayuda a dormir mejor.
- Incrementa la conexión entre la madre y el bebé.
- Estimula la circulación sanguínea.
- Regula la presión arterial.
- Previene problemas de retención de líquidos.
- Fortalece músculos y articulaciones.
- Contribuye a una mejor recuperación postparto.
Como ves, son muchos los beneficios que tienen estas prácticas para las embarazadas. Es muy recomendable, pues, practicarlas durante esos nueve meses en los que las preocupaciones van de la mano de la ilusión. Eso sí: debe practicarse tomando siempre ciertas precauciones y tras consultarlo previamente con el médico.
En nuestro próximo apartado os vamos a hablar de esas precauciones.
Precauciones en el Yoga para embarazadas
A la hora de realizar asanas durante el período de gestación hay que tener en cuenta los siguientes consejos:
- Hay que evitar aquellas modalidades de la práctica yogui que requieren más esfuerzos. El Ashtanga, por ejemplo, sería uno de los tipos de Yoga menos aconsejables en estas circunstancias. Sí se recomiendan, por el contrario, el prenatal Yoga y el Hatha Yoga, modalidades más tranquilas y menos exigentes para la gestante.
- Evitar clases y sesiones que se practiquen con altas temperaturas. En ese sentido, el Bikram Yoga estaría completamente vedado a las embarazadas.
- Evitar asanas que compriman el vientre y también aquellas posturas que exijan un alto estiramiento de la zona abdominal o que obliguen a estar mucho tiempo recostada sobre la espalda.
- Evitar posturas invertidas.
Las posturas deben realizarse siempre de una forma cómoda y sin forzar el cuerpo. Cuando cuesta hablar o respirar bien mientras se practica una postura es porque el esfuerzo está siendo más intenso de lo que se aconseja. Si se llega a dicha situación, se debe interrumpir la práctica.
El ejercicio también debería suspenderse en aquellos casos en los que apareciera cualquier tipo de hemorragia vaginal, dolor de cabeza, mareos, molestias en el pecho, dolor o hinchazón en las pantorrillas, reducción del movimiento fetal, pérdida de líquido por la vagina o visión borrosa.
Otro consejo a tener en cuenta a la hora de practicar Yoga durante el embarazo es que, por mucho que se haya practicado antes, siempre es recomendable asistir a alguna clase de Yoga prenatal. Resulta relativamente fácil localizar centros donde se den clases de Yoga para embarazadas en Barcelona, en Madrid y en otras ciudades españolas. En esos cursos se acostumbra a enseñar a respirar correctamente, algo que, llegado el momento del parto, es de gran ayuda para aliviar el dolor que causan las contracciones.
En esos centros y en esas clases explican también cuáles son las mejores posturas de Yoga para embarazadas y cuáles son los mejores ejercicios para cada trimestre de embarazo. Si buscas yoga embarazadas online podrás encontrar cuáles son las posturas más recomendadables. Nosotros, a continuación, vamos a hablarte de algunas de ellas y vamos a darte una serie de consejos para cada trimestre.
Yoga durante el primer trimestre de embarazo
Los tres primeros meses de embarazo son cruciales. El ejercicio prenatal debe ser muy ligero durante este período y tiene dos objetivos fundamentales. Uno: que la madre se mantenga en forma y flexible. Y dos: que no aumente excesivamente de peso.
Este primer trimestre es el más delicado de todo el embarazo. Durante este período, las asanas deben practicarse con mucha prudencia. La atención a las posturas debe ser máxima.
La práctica del Yoga prenatal ayuda a la liberación de endorfinas y prepara el cuerpo para los cambios que irá experimentado conforme vayan pasando las semanas de gestación. También ayuda a regular los niveles de energía.
La práctica de un Pranayama o ejercicios de respiración de una forma lenta y calmada, prestando especial atención, por ejemplo, a los ejercicios de respiración alterna y a la respiración nasal natural Ujjayi ayudan a rebajar la ansiedad y las náuseas.
Entre las asanas más recomendables durante el primer trimestre de embarazo encontramos el Saludo al Sol, que deberá realizarse con movimientos lentos y suaves. Utilizar mantas o algún cojín es una buena idea para elevar ligeramente las caderas y, con ello, poder apoyar la espalda en la esterilla de una forma correcta.
Ejercicios de Yoga para segundo y tercer trimestre de embarazp
Incrementar la flexibilidad y el equilibrio del cuerpo es el objetivo principal de las prácticas yogui durante el segundo trimestre de embarazo. El Saludo al Sol, junto a la Postura del Guerrero, es una asana habitual y muy recomendable en este período de gestación.
Llegado los tres últimos meses del embarazo, lo habitual es encontrarse más cansada y con mayor dificultad de movimientos.
Los ejercicios de yoga para embarazadas tercer trimestre deben orientarse preferentemente al estiramiento de piernas, espalda y caderas. Gracias a ello se conseguirán aliviar molestias de ciática.
En esta fase del período de gestación deben ejercitarse también posturas que favorezcan y estimulen la apertura de caderas, lo que supondrá una excelente preparación al parto.
Con éste cercano, lo más habitual es que se incrementen o aparezcan miedos, nervios e incertidumbres. Para evitar que ese cóctel de sentimientos negativos resulte demasiado angustioso es muy aconsejable realizar prácticas de meditación. Dichas prácticas permitirán a la embarazada controlar sus emociones y conseguir una mayor calma y serenidad de cara a ese momento tan importante de su vida como es el de dar a luz a un hijo.