24%, 30% y 42%. Estos son los porcentajes en los que, según el Dr. James W. Carson de la Oregon Health & Science University, reduce el Yoga el dolor, la fatiga y la depresión, respectivamente, que provoca la fibromialgia. Así, el Yoga se revelaría como una herramienta muy preciada para luchar contra la fibromialgia.
Para llegar a las conclusiones anteriormente señaladas, el Dr. Carson lideró un grupo de trabajo que, durante 2 meses, realizó un estudio científico sobre la relación entre Yoga y fibromialgia y sobre los efectos positivos que la práctica del primero puede tener sobre la segunda.
Para realizar dicho estudio, el Dr. Carson dividió al grupo de pacientes enfermos de fibromialgia en dos grupos. Uno de ellos estaba formado por personas que practicaban Yoga. El otro, por personas que no lo hacían. Transcurridos esos dos meses, Carson y su equipo constataron las mejoras experimentadas en el padecimiento de su fibromialgia por las personas que practicaban Yoga y en los porcentajes indicados anteriormente.
Beneficios del Yoga para la fibromialgia
Cuando hablamos de fibromialgia lo estamos haciendo de una enfermedad de tipo reumático caracterizada por la existencia de un dolor crónico en músculos, huesos, tendones y articulaciones que, afectando a todo el cuerpo, produce fatiga extrema, hipersensibilidad, dolor de cabeza, dificultades para dormir, pérdidas de memoria, etc.
Que la persona que padece fibromialgia tenga dificultades a la hora de realizar cualquier tipo de actividad física no debería impedir que, con un poco de esfuerzo, se beneficiara de los múltiples beneficios derivados de la práctica de un tipo de Yoga de baja intensidad.
Entre los beneficios que la práctica del Yoga puede tener para las personas que padecen fibromialgia podemos destacar los siguientes:
- El enfermo percibe menos dolor.
- La persona gana resistencia.
- Se incrementa la capacidad de concentración.
- Aumenta la capacidad de relajación.
- Se mejora la elasticidad y la movilidad corporal.
- Mejora la funcionalidad de las articulaciones.
- Mejora la función respiratoria, lo que ayuda a reducir el cansancio.
Para aliviar los síntomas de la fibromialgia sirviéndonos del Yoga debemos apoyarnos sobre tres pilares: la meditación, las asanas y el Yoga Nidra.
Asanas de Yoga para la fibromialgia
La persona enferma de fibromialgia debería dedicar al menos diez minutos diarios a la meditación. Aprender técnicas de meditación y combinarlas con la práctica del Yoga es muy útil para vivir la fibromialgia de un modo menos doloroso.
Las asanas de Yoga, por su parte, están especialmente indicadas para aquellas personas que, debido a la fibromialgia, sienten rigidez en los músculos y desgaste en las articulaciones. Entre dichas asanas podemos destacar las siguientes:
- Sukhasana o Postura Fácil. Esta sencilla postura de Yoga sirve para acostumbrarse a doblar las piernas poco a poco. Para realizarla, debemos sentarnos con la columna recta y las piernas estiradas. Tras ello, lentamente, doblaremos las dos piernas y colocaremos los pies debajo de los gemelos de la pierna opuesta. Tras ello, colocaremos nuestras manos sobre las rodillas. Haciéndolo así, lentamente, conseguiremos, además, calentar las piernas.
- Ardha Pavanamuktasana. Esta asana de Yoga para la fibromialgia permite aliviar la tensión de los músculos y ganar flexibilidad. Para realizarla, debemos tumbarnos boca arriba y doblar una de nuestras piernas intentando pegar todo lo que sea posible la rodilla al pecho. Para que esta asana dé resultado debe repetirse varias veces con cada pierna. Para no forzar demasiado, esta asana debe realizarse lentamente.
- Pavanamuktasana. Tras realizar la versión anterior, en la que se flexionaban, alternativamente, las dos piernas, la persona que padezca fibromialgia deberá realizar esta asana en la que, al mismo tiempo, se flexionan las dos piernas. Si la anterior ha servido de calentamiento, ésta debe servir para incrementar, medianamente, la intensidad de la sesión de Yoga para la fibromialgia.
- Urdhva Prasarita Padasana. Esta postura, caracterizada por formar con el cuerpo una L (las piernas elevadas, rectas y juntas, mientras se está tumbado boca arriba), es una buena postura de Yoga para la fibromialgia. Gracias a ella, la persona fortalece la zona abdominal, así como la lumbar. Teniendo en cuenta que el dolor lumbar acostumbra a ser uno de los síntomas más habituales de la fibromialgia, esta postura debe realizarse con mucho cuidado y evitando todo tipo de exceso.
- Viparita Karani. Esta asana se ejecuta del mismo modo que la anterior, pero para ejecutarla podemos ayudarnos de la pared para apoyar en ella las piernas que hemos elevado verticalmente. Realizando esta postura nos recuperaremos más fácilmente del esfuerzo, suavizaremos la tensión muscular y superaremos los calambres que suelen acompañar a la fibromialgia.
- Jathara Parivartanasana adaptada. Esta postura de Yoga para la fibromialgia ayuda a mejorar la resistencia, así como la movilidad de la cadera y la parte superior del cuerpo. Para realizar esta postura partiremos de la Urdhva Prasarita Padasana y, tras adoptarla, moveremos las caderas entre 5 y 10 º hacia uno de los dos lados llevando los pies hacia las manos del lado contrario. Tras ello, volveremos a la postura inicial para volver a realizar esta asana contra la fibromialgia hacia el otro lado.
Las clásicas posturas de Yoga del gato y de la vaca, de las que ya hemos hablado en nuestra web, son, también, posturas muy indicadas para luchar contra la fibromialgia. Para practicarlas, sin embargo, hay que adaptarlas, ya que si se realizaran tal cual son, la persona que padece fibromialgia notaría cómo se resentirían sus brazos y sus piernas. Para realizarlas, se debería partir de la primera postura de Yoga para la fibromialgia recomendada en este artículo, la Sukhasana, para, a partir de ella, realizar los siguientes pasos:
- Moviendo únicamente la parte superior del cuerpo, bajar la cabeza y encorvar la espalda.
- Estirar la espalda hasta volver a la posición original y sacar pecho.
- Realizar varias transiciones entre los movimientos descritos en los puntos 1 y 2.
Finalmente, la sesión de Yoga para la fibromialgia deberá concluir con una postura de Yoga que resultara relajante y, al mismo tiempo, sirviera para estirar tanto la espalda como los brazos. Esa postura sería
Para terminar, la rama del Yoga denominada Yoga Nidra está especialmente indicada para aquellas personas que, padeciendo fibromialgia, son, y a pesar del cansancio corporal generalizado, incapaces de dormir por la noche. Para tener una idea sobre en qué consiste exactamente el Yoga Nidra, lee nuestro artículo: El Yoga Nidra o “Yoga del sueño consciente”.