No todos los templos deben sostener sobre sus cimientos el peso de la historia ni ser una reliquia que ha sobrevivido al paso de los siglos para convertirse en referentes de una religión, por muy milenaria que dicha religión sea. Akshardham, un complejo de templos hinduistas ubicado en Nueva Delhi e inaugurado oficialmente en noviembre de 2005, es una muestra de hasta qué punto una construcción moderna puede, en el imaginario de los fieles de una religión, convertirse en centro de peregrinación o, al menos, de visita.

Hay datos que hablan de cómo el 70% de las personas que visitan Nueva Delhi acaban, tarde o temprano, visitando Akshardham. Eso se traduce en una cifra sin duda estratosférica: Akshardham es visitado cada día por unas 10.000 personas.

Akshardham significa “la morada divina y eterna del Dios supremo”.

Akshardham, considerado el monumento hindú más grande del mundo, es el resultado del esfuerzo de cuatro décadas de trabajos de planificación y obras y de la colaboración económica de miles de donantes. Para que la maravilla de Akshardham viera la luz fue necesario el trabajo de 7.000 artesanos llegados desde todos los rincones del país y de 4.000 voluntarios de los diferentes centros espirituales y del ejército.

El esfuerzo de todas esas personas sirvió para crear un maravilloso complejo en el que se pueden encontrar jardines, paseos, fuentes y templos construidos a la manera clásica. El principal de entre todos ellos está ubicado en el centro del complejo de Akshardham y recibe el nombre de Mandir.

El Mandir de Akshardham

El Mandir de Akshardham está construido con piedra arenisca rosa del Rajastán y mármol traído de las famosas canteras italianas de Carrara. En su estructura no puede encontrarse ni pilares de hormigón ni ingeniería alguna de metal. Con 43 metros de altura, 96 de ancho y 110 de largo, el Mandir de Akshardham está tallado con 20.000 figuras y motivos florales y de deidades hindúes que convierten los muros del bello edificio en un gran bajorrelieve destinado a contar la historia de la India y del santo Swaminarayan.

Este maravilloso templo, que se alza, imponente, en mitad del complejo de Akshardham, posee nueve cúpulas, 234 columnas talladas y se apoya en una base en cuya fachada fueron talladas 148 elefantes, 42 aves y otros animales a gran escala. En la fachada de dicha base pueden encontrarse también 125 esculturas humanas y un sinfín de motivos florales. Los elefantes, que tienen una gran importancia tanto en la cultura hindú como en la historia de la India, aluden en el templo de Akshardham a la liberación de Gajendra.

En el interior del templo de Akshardham podemos encontrar un altar con una figura de oro de 3,4 metros de altura de Bhagwan Swaminarayan, la deidad a la que está dedicado el templo. En otros lugares del templo pueden encontrarse otras figuras dedicadas a otros gurús de la tradición swaminarayan y a distintas divinidades como pueden ser Lakshmi Narayan, Radha Krishna, Sita Ram o Shiv Parvati.

Otras atracciones de Akshardham

Más allá de la maravilla del templo central, Akshardham presenta una serie de atracciones que la convierten en un lugar de ineludible visita para todos aquellos turistas que visiten Nueva Delhi. Entre dichas atracciones destacan las siguientes:

  • Jardín de India. Dentro del recinto de Akshardham se conoce con el nombre de Jardín de India o con el de Sahajanand Pradarshan una zona compuesta por exuberantes prados, bellísimos jardines y un gran número de estatuas de bronce que sirven para honrar a los héroes de la India, a grandes personajes históricos del país y a grandes personalidades femeninas que perviven en la memoria de los indios como símbolo de los grandes valores.
  • Lago artificial o Narayan Sarovar. Este lago artificial rodea al templo central del Akshardham y contiene aguas sagradas de 151 ríos y lagos que, se cree, fueron santificados por Swaminaraya.
  • Salón de Valores. En este espacio, una serie de dioramas, películas y robots sirven para mostrar pasajes de la vida de Swaminarayan y su mensaje sobre cómo hay que encarar la vida para convertir la no violencia, la espiritualidad, la honestidad y la armonía familiar en los ejes sobre los que aquélla ha de girar.
  • Teatro Neelkanth Kalyan Yatra. Este teatro o auditorio consta de una pantalla de gran formato en el que se proyecta una película en la que se cuenta la historia de Neelkanth Varni, un niño yogui de once años de edad que viene a ser un alter ego de Swaminarayan y que sirve para dar vida a la cultura y la espiritualidad de las costumbres indias y para dejar constancia de la majestuosidad de su arte y su arquitectura. Para el rodaje de esta película, rodada especialmente para ser proyectada en Akshardham, se utilizaron 45.000 extras. La película, que muestra los lugares sagrados de la India, así como sus fiestas y tradiciones espirituales, se rodó en 108 localizaciones que van desde el Himalaya hasta la costa de Kerala.
  • Paseo en barco o Sanskruti Vihar. Este paseo en barco es, en el fondo, un paseo por la historia de la India. El paseo se realiza montado en unos botes con forma de pavo real, durante unos doce minutos y a lo largo de un río artificial. Durante el paseo pueden contemplarse reproducciones de Takshashila, la primera universidad del mundo, los antiguos hospitales, los laboratorios de química y los típicos bazares indios.
  • Fuente musical o Círculo de la Vida. Se conoce con este nombre una exhibición que se realiza al atardecer y que, durando alrededor de quince minutos, representa el ciclo de la vida tal y como se describe en la filosofía india.
  • Un jardín en forma de loto en el que existen grandes piedras grabadas con citas de grandes personajes mundiales sobre conceptos relacionados con la espiritualidad. En esas grandes piedras que forman parte de este jardín podemos encontrar citas de Swaminarayan y también de personajes como Shakespeare o Marting Luther King.