La cocina hindú es una cocina rica en el uso de condimentos destinados a dar sabor a sus platos. Algunos de esos condimentos, además, aportan una buena cantidad de beneficios terapéuticos. De entre todos ellos hay uno que destaca especialmente por sus notables funciones terapéuticas: la cúrcuma.

La cúrcuma es una planta herbácea que tradicionalmente se ha cultivado en el suroeste de la India. Para crecer, la cúrcuma necesita una climatología tan cálida como húmeda, por eso se cría bien en la Polinesia y en la Micronesia. El extracto de la raíz de esta planta es lo que comúnmente se utiliza como condimento en la cocina hindú, aunque el uso original de dicho extracto era, varios siglos antes de nuestra era, como colorante para la lana. El color amarillo intenso propio de la cúrcuma hacía que ésta pudiera y pueda cumplir todavía tal función en la industria textil o en otras industrias que usen algún tipo de colorante. En la actualidad, la cúrcuma todavía es empleada para teñir algodón, lana, papel, seda, cuero, etc.

En la gastronomía de la India la cúrcuma se usa como condimento y colorante alimentario a la hora de cocinar carne, arroz y otros platos o para elaborar el curry, uno de los condimentos más famosos y característicos de dicha gastronomía.

Propiedades benéficas de la cúrcuma

Las múltiples propiedades benéficas de la cúrcuma hacen que ésta sea muy apreciada dentro de la medicina ayurvédica. Veamos cuáles son algunas de dichas propiedades:

  • La cúrcuma se utiliza, por sus propiedades antifúngicas, como remedio natural contra los hongos.
  • La cúrcuma estimula la secreción de jugos gástricos y facilita la digestión, al tiempo que, gracias a sus propiedades carminativas, evita los gases intestinales.
  • Reduce la inflamación intestinal y, gracias a su capacidad para reducir las infecciones propias del intestino, reduce los cólicos y los dolores intestinales. Al mismo tiempo, la cúrcuma ayuda a mantener la flora del intestino grueso.
  • La cúrcuma posee numerosos antioxidantes, lo que ayuda a reducir la acción de los radicales libres cumpliendo así una función anti-edad.
  • Equilibra la glucemia en personas que sufren diabetes.
  • Mejora el funcionamiento del hígado y el páncreas.
  • La cúrcuma actúa también como un antiinflamatorio natural, por lo que se usa en caso de torceduras, esguinces, moratones, etc. Para utilizarla en estos casos, la cúrcuma se mezcla con sal y con agua formando una pasta que se utiliza como si fuera una pomada sobre la zona afectada.
  • Reduce la acción de ciertas bacterias que pueden infectar las heridas cutáneas y, gracias a sus propiedades hemostáticas, mejora la cicatrización de las heridas.
  • La cúrcuma sirve para mejorar la complexión de la piel. Para ello, nada mejor que tomar de manera regular una infusión de media cucharadita de cúrcuma con agua.

Gracias a la cúrcuma se pueden elaborar múltiples remedios naturales que pueden servir para las encías sangrantes, desinflamar los músculos, aliviar los dolores de la artritis o combatir la micosis en las uñas. La cúrcuma también puede utilizarse también para aliviar la tos o para suavizar la garganta irritada. Para ello se debe preparar una infusión con media cucharadita de café de cúrcuma y sal y se hacen gárgaras.

Como ves, la cúrcuma es uno de los condimentos imprescindibles en la alimentación ayurvédica.