Si a una persona se le pregunta por un apellido que le haga pensar en la historia de la India, es muy probable que el apellido que acuda a los labios de esa persona sea el de Gandhi. No en vano, la trascendencia histórica del Mahatma Gandhi traspasa los meros límites de un país (por grande que sea ese país, como es el caso de la India) y se convierte en patrimonio de la humanidad. Su teorización y puesta en práctica de la desobediencia civil no violenta convirtieron a Gandhi en un revolucionario y activista muy sui géneris, una rara avis que ha inspirado en todo el mundo y a lo largo de estas últimas décadas un sinfín de movimientos no siempre absolutamente miméticos, no siempre triunfantes.

Gandhi es y será, hoy y siempre, una referencia ineludible cuando se habla o se hable de la India y de su proceso de independencia. Gracias en gran parte a Gandhi y a su política de desobediencia civil, la India pudo independizarse del Reino Unido. Eso, lógicamente, y su muerte traumática (no hay que olvidar que el Mahatma fue asesinado por un integrista hinduista en 1948), convierten a Gandhi en un personaje totémico en el país asiático protagonista de esta web. Y un personaje totémico como Gandhi debe tener casi siempre el lugar en que rendir homenaje a su memoria. En el caso del Mahatma, ese lugar es el Museo Nacional de Gandhi.

El Museo Nacional de Gandhi está ubicado en Rajghat, Nueva Delhi, y en él puede contemplarse una muestra de la vida, obra y vida del Mahatma.

Historia y objetivos del Museo de Gandhi

Los fondos que forman parte del Museo Nacional de Gandhi y que van desde reliquias personales a manuscritos del Mahatma, pasando por material fotográfico y audiovisual, así como libros, diarios y todo tipo de documentos, empezaron a buscarse, recolectarse y preservarse casi desde las 17:17 horas de aquel 30 de enero de 1948 en el que el radical hindú Nthuram Godse disparó tres balas a quemarropa sobre el pecho de Gandhi, que se dirigía caminando desde su domicilio a una plaza en la que iba a participar, junto a unas 500 personas, en un rezo comunitario.

Los fondos que hoy pueden contemplarse o que forman parte de la colección atesorada por el Museo Nacional de Gandhi empezaron a recolectarse en Mumbai y fue a principios de 1951, apenas tres años después del asesinato del Mahatma, cuando se fundó el museo, en Delhi, en unas dependencias del gobierno indio. Seis años después, a mediados de 1957, el Museo de Gandhi se trasladó a una antigua mansión de la avenida Mansingh, no siendo hasta 1959 cuando el museo se estableció en la que es su ubicación actual, en Rajghat, Nueva Delhi.

El Museo Nacional de Gandhi fue inaugurado de manera formal el 30 de enero de 1961, coincidiendo con la efemérides de la muerte de Gandhi, por quien entonces era el Presidente de India, el Dr. Rajendra Prasad.

Al inaugurarse, el Museo de Gandhi se proponía una serie de objetivos que son los que, actualmente, rigen su actuación:

  • Recopilar, conservar y exhibir los registros de Gandhi, así como efectos personales y recuerdos.
  • Promover el estudio y la difusión de la vida y el mensaje de Gandhi.
  • Impulsar y tomar aquellas medidas que sirvan para preservar los lugares en los que el Mahatma vivió y trabajó.
  • Adquirir bienes e inmuebles para llevar a cabo proyectos que estén relacionados directamente con la vida de Gandhi y con sus ideales.
  • Propagar los pensamientos y las enseñanzas del Mahatma.
  • Capacitar a hombres y mujeres para manejar correctamente los fondos del museo y todos aquellos que, de un modo directo o indirecto, tengan que ver con el personaje de Gandhi.

El Museo de Gandhi y sus fondos

El Museo de Gandhi consta de dos plantas y está ubicado en el lugar en el que el Mahatma vivió durante sus últimos días. Al edificio en el que está ubicado el museo se le conoce también como Birla House, pues fue diseñado por un arquitecto francés para el industrial G.D.R. Birla. Este edificio conserva, intacta, la habitación en la que Gandhi dormía. Es en esa habitación en la que pueden contemplarse diversos objetos que pertenecieron al Mahatma. Entre los objetos particulares que los visitantes pueden contemplar en el Museo Nacional de Gandhi figuran sandalias, rosarios, relojes, microscopios (que le sirvieron para estudiar los gérmenes de la lepra), así como sus famosos anteojos, su rueca y su bastón.

En el Museo de Gandhi se exponen, también, un “dhoti” (prenda ajustada a la cintura) y un “chal”, ambos manchados de sangre, el reloj que el Mahatma llevaba cuando fue asesinado, la urna en que se depositaron sus cenizas y hasta una de las tres balas que acabaron con su vida.

Entre los fondos que forman parte del Museo de Gandhi podemos destacar, también, varias fotografías y textos, así como una serie de dioramas dedicados a la vida de Gandhi, una serie de documentales y una galería de pinturas realizadas por diversos artistas para rendir homenaje a la figura del Mahatma.

llama eterna por Gandhi

En el jardín trasero del museo arde la llama eterna en el lugar en el que fue asesinado el tantas veces llamado “apóstol de la no violencia”.

Para llegar al Museo Nacional de Gandhi basta con coger el metro y bajarse en la parada de Delhi Gate. Esta parada está ubicada a unos seiscientos metros del museo. Una vez se haya salido de la estación, basta realizar un recorrido a pie de unos ocho minutos por la avenida Jawaharlar Nehru Marg para llegar al mismo. Sin duda, el Museo Naconal de Gandhi es un lugar que no debe dejar de visitar quien visite Nueva Delhi. En él se siente, tantos años después de su muerte, el aliento de quien fue, sin duda, uno de los personajes históricos más importantes del siglo XX.